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Principio de la autodefensa en la salvaguardia nacional

    Para poder dar garantía a la prosperidad nacional es preciso también fortalecer el poderío militar nacional.

    La defensa nacional es cuestión de importancia capital que tiene mucho que ver con el destino nacional. Desde antiguo no había ningún país que evadió a la supeditación ajena por haber menospreciado los asuntos militares, por lo que la defensa nacional se venía considerando como primera tarea estatal.

    La idea Juche da el principio de la autodefensa en la salvaguardia nacional, que da una correcta respuesta a como resolver el problema de la defensa nacional.

    El Secretario General Kim Jong Il dijo:

    "Aplicar el principio de autodefensa en la salvaguardia nacional significa defender el país con las propias fuerzas."

    Esto dice que todo país debe fomentar el poderío militar capaz de defender su país con sus propias fuerzas y resolver cuantos problemas teóricos y prácticos se presentan en la defensa nacional y ejercicios militares.

    El contenido de la autodefensa en la salvaguardia nacional es, primero, hacer servir la construcción bélica y los ejercicios militares para la salvaguardia nacional; segundo, hacer contar con la fuerza popular y su propio poderío militar; tercero, resolverlo todo en aras de los intereses nacionales y acorde con la propia realidad nacional.

    Es importante, ante todo, hacer servir la construcción bélica y los ejercicios militares para la salvaguardia nacional.

    Esto quiere decir que deben encaminarse a dar garantía a la soberanía nacional y la vida independiente y creadora del pueblo.

    La defensa nacional reside en defender militarmente la seguridad y el beneficio de su pueblo, lo que constituye la exigencia primordial de la verificación de la independencia en el sector de la defensa nacional.

    Las masas populares quieren tener la garantía militar para la vida independiente y creadora como dueñas auténticas del estado sin verse subyugadas ni sometidas por nadie.

    La construcción bélica y los ejercicios militares deben servir para la demanda y el beneficio populares y la soberanía nacional, cuando es posible defender y verificar la indepedencia en el sector militar.

    Otro contenido de la autodefensa radica en hacer contar con la fuerza popular y su propio poderío defensivo.

    El agente de la defensa nacional es el pueblo mismo. Ningún pueblo la querrá confiar en nadie. Es posible que un pueblo sea ayudado y ayude en la defensa nacional, pero lo que no pasa más que un rol secundario. Es fundamental su propia fuerza. Cuando un estado tenga su poderío será válido el apoyo de afuera. Por más inmenso que sea el apoyo amigo no valdrá cuando el sujeto no esté listo para la defensa. Es, por eso, muy importante fundamentar la defensa nacional en sus propias fuerzas y resolverlo todo por su propia cuenta.

    Otro contenido de la autodefensa reside en resolver los problemas de la construcción bélica en concordancia con los intereses nacionales y las condiciones concretas del país.

    Los países no son iguales en la potencialidad política, económica y militar y distintos en armamentos y condiciones topográficas. Es, por eso, importante reflexionarlo todo con su propia cabeza y resoverlo todo con su propia fuerza. Si no, no podría fortalecer su propio poderío militar ni evadir a las vicisitudes y fracasos en la defensa nacional.

    La autodefensa en la salvaguardia nacional es el principio fundamental de la construcción de un estado soberano e independiente.

    Todos los países no pueden ganar la revolución al mismo tiempo, de tal modo que los primeros en ganarla es natural que emprenden la construcción de una nueva sociedad pese a la superviviencia del imperialismo.

    El imperialismo es el foco de la agresión y la guerra.

    De 1900 a 1938 hubo 24 guerras incluso la Primera Guerra Mundial; en septiembre de 1939 la Alemania hitleriana invadió a Polonia prendiendo fuego a la Segunda Guerra Mundial desde que no cesaron de oir los cañonazos durante los sesenta años, lo que se debe al imperialismo, cuya lógica es la agresión y la guerra.

    Aun hoy en que se puso fin a la guerra fría los imperialistas se aferran a la política de fuerza tratando de traer la segunda guerra fría.

    La suma total de los gastos militares del mundo en el año 2000 llegó a 842 mil millones de dólares, de los cuales 268 mil millones era de los EUA; 30,315 millones de Japón; 29,329 millones de Francia; 23,145 millones de Alemania.

    Si los imperialistas no tuviesen la intención de guerrear no habría por que aumentar tanto los gastos militares.

    Y aprovechan todos los chances para azuzar a sus satélites a la guerra e intervienen directamente en los asuntos internos de otros países. Podríamos citar la guerra del golfo pérsico, la incursión a Yugoslavia, la invasión armada a Afganistán e Iraq, etc. Mientras exista el imperialismo no podría ningún país construir en paz un estado soberano e independiente.

    La defensa de sí mismo es la naturaleza del hombre. Necesita tener medios de defenderse. Cuando tenga todo país el poderío militar autodefensivo capaz de defender su soberanía, su pueblo y su territorio será posible que sea considerado como país soberano e independiente. He ahí precisamente la razón por la que todo país debe mantenerse en el principio de autodefensa en la salvaguardia nacional.

    Esto sirve de garantía militar para la independencia política y la autosuficiencia económica de todo país. El poderío militar autodefensivo permite defender la independencia política nacional.

    En tiempos pasados, no pocos países se habían devorado por los imperialistas, lo que se debió a que no contaban con su propio poderío autodefensivo.

    El pueblo coreano se vio también forzado a sufrir indescriptibles vicisitudes e infortunios. Corea era poderosa en la época de Koguryo, que contaba, a la sazón, con 300 mil efectivos militares. Se disponía a rechazar cualquier intento de invasión de afuera y gozaba de un alto prestigio en el exterior.

    Los gobernantes de la dinastía de los Lee se aferraron a la corrupta política pacifista debilitando así al máximo el poderío nacional militar.

    En fin, a fines de dicha dinastía se debilitó tanto el poderío militar que no podía defenderse de la invasión foránea apoyada en unos cañones y fusiles de fuego y no podía menos de abrir la puerta a las potencias imperialistas. En 1907 resultó disuelto a la fuerza el ejército nacional de Corea por el imperialismo japonés. En fin, se vio despojado de la soberanía nacional.

    No puede haber la independencia política fuera del poderío militar autodefensivo. El poderío militar autodefensivo es también necesario para la independencia económica.

    La construcción de una economía nacional independiente requiere la circunstancia pacífica, que, a su vez, necesita un poderoso poderío militar. La paz no se regala ni se limosna. Se consigue o se mantiene por la enérgica lucha antiimperialista. Esto requiere un poderoso poderío autodefensivo capaz de detener y frustrar cualquier intento agresivo. La paz se consigue sólo con la justicia.

    Hoy la RPDC cuenta con la política Songun del Secretario General Kim Jong Il llegando a hacer desvanecer cualquier intento agresivo de la coalición de las fuerzas imperialistas y todo el pueblo se levanta con el espíritu revolucionario del ejército en la construcción de una gran potencia próspera socialista.

    Las experiencias prácticas del pueblo coreano prueban que la política de priorización al ejército de hacerlo resolver todo por medio de dar preferencia a los asuntos militares sirve de garantía fundamental para hacer malograr cualquier intento imperialista e impulsar la marcha victoriosa del socialismo.

    El principio de la autodefensa enseña el camino correcto de defender la dignidad y la soberanía nacionales y las conquistas revolucionarias en la circunstancia actual en que se agudizan las maquinaciones de agresión y guerra de los imperialistas.