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El movimiento revolucionario se impulsa por el papel determinante de la conciencia ideológica independiente de las masas populares

    La idea Juche puso en claro que la conciencia ideológica independiente de las masas populares hace el papel determinante en el movimiento revolucionario dilucidando como se impulsa el movimiento histórico-social, el movimiento revolucionario de como movimiento consciente de ellas.

    El Secretario General Kim Jong Il dijo:

    "La conciencia ideológica independiente desempeña el papel decisivo en el movimiento revolucionario de las masas populares para la independencia."

    La revolucioón y la construcción dependen totalmente del papel de las masas populares que son su sujeto. Ellas, para cumplir exitosamente con su papel protagonista, pueden poner en pleno juego todas las condiciones y posibilidades para hacerlas avanzar victoriosamente, pero en caso de no cumplir con su papel protagonista que asumen no podrán acelerarlas por más favorables que sean las condiciones dadas.

    El papel humano depende de las ideas que tienen.

    Sólo la conciencia ideológica independiente que refleja la aspiración y la exigencia independientes de las masas les hace levantarse en la lucha revolucionaria por transformar la sociedad y la naturaleza.

    La conciencia ideológica independiente define el carácter clasista de las acciones humanas.

    En sociedades de clases toda conducta humana concibe el carácter clasista que la difiere. ¿Para los intereses de qué clase lucha? Esto determina el objetivo, el rumbo y el resultado de la conducta según los que se diferencia la influencia sobre el desarrollo social. Es fundamental la diferencia clasista.

    El carácter clasista de la conducta humana se determina por las ideas. Toda conducta se fundamenta y se ve restringida por la posición clasista-social, que influye sobre ella a través de la conciencia ideológica.

    No todo hombre de origen obrero defiende siempre los intereses de su clase ni todo hombre de origen capitalista pronuncia siempre por los intereses de la clase capitalista.

    El hombre de origen obrero tiene que dotarse de la conciencia ideológica independiente, cuando llega a defender la posición de su clase y luchar por sus intereses. Si no se concientiza de su posición clasista ni se dota de la conciencia ideológica independiente no llega a defender los intereses de la clase obrera. Aun en el caso del hombre de origen capitalista consciente de la naturaleza reaccionaria de su clase puede tomar la conciencia ideológica independiente y divorciarse de su clase de origen para levantarse en defensa de los intereses de las masas populares.

    He aquí un buen ejemplo.

    Era cuando Jacobo Watt inventó la máquina de vapor. Esta hizo gran papel en dar origen a la revolución industrial. Los capitalistas la aprovecharon para hacer sudar copiosamente a los obreros, que se veían obligados a trabajar más de 15 horas diarias. La producción aumentó inimaginablemente, pero los obreros no cobraban el mínimo sueldo con que no podían sustentarse. Faltos de la conciencia ideológica pensaron que la pobreza se debía a los que la destruían. En fin, los obreros empezaron a darse cuenta de que no podrían mejorar sus condiciones de vida mediante su destrucción y que debían luchar no con la máquina sino contra los patronos, saliendo así a la huelga de disminuir la jornada y aumentar el salario. Con ello tampoco pudieron mejorar de raíces su situación, pues los capitalistas seguían explotando y oprimiendo valiéndose del poder estatal y medios de producción.

    Para poder mejorar fundamentalmente su situación no debieron luchar contra el patrono individual sino los capitalistas en total y el régimen capitalista que los defendían.

    Con el tiempo que pasaba se iban concientizando de ello y, por fin, se levantaron en derrocar la sociedad capitalista y construir el régimen socialista.

    Los hechos históricos prueban que la conciencia ideológica independiente lleva a la gente al movimiento revolucionario.

    Además la conciencia ideológica determina la voluntad y el espíritu de lucha de los que participan en el movimiento revolucionario.

    La voluntad y el espíritu de lucha de la gente dependen de las ideas que tienen. Es inagotable la potencialidad revolucionaria de las masas, pero no vale sin conciencia ideológica.

    Las masas no despiertas ideológicamente no pueden levantarse a pesar de ser explotadas y oprimidas y es fácil que se rindan ante pequeñas dificultades que les embarguen en el camino de la revolución.

    Sólo las masas dotadas de la conciencia ideológica independiente llegan a mantenerse en la posición y la actitud resueltas, tomar activa parte en la lucha revolucionaria y vencer toda forma de dificultades y pruebas.

    La historia de la lucha revolucionaria antijaponesa de Corea, sin precedente en la arduosidad, tiene registrado un sin número de hechos heroicos de los combatientes antijaponeses: guerrillero que no vaciló en cubrir con su pecho la aspillera enemiga para facilitar la ofensiva; combatiente preso que se cortó su lengua por temor a delatar en estado inconsciente el secreto de la organización revolucionaria; guerrillera prisionera que se vio despojada de dos ojos por la tortura enemiga, pero gritó: me sacaron los dos ojos, pero siento ver la victoria final de la revolución, etc.

    ¿Cómo los guerrilleros antijaponeses habrán vencido todas las penalidades para hacer todo lo posible en aras de la victoria de la revolución?

    Porque fueron todos dotados de la conciencia ideológica independiente de que son agentes de la revolución y tenían la firme convicción en su triunfo final.

    En fin de cuentas, se diría que el movimiento revolucionario se levanta y se concretiza por el papel determinante de la conciencia ideológica independiente que define el carácter clasista y la voluntad de la conducta humana.