Para cumplir la revolución y la construcción con el apoyo de las masas populares, es forzoso trazar una línea y una política que reflejen sus demandas y aspiración y lograr que las hagan suyas.
El gran Dirigente Kim Jong Il dijo:
“Para llevar a feliz término la revolución y la construcción con el apoyo de las masas populares, es forzoso trazar una línea y una política correctas que reflejen sus demandas y aspiración y lograr que las hagan suyas.”
Ante todo, hay que trazar la línea y la política que reflejan la demanda y aspiración de las masas populares.
Las masas populares conocen la realidad mejor que nadie y poseen ricas experiencias. Solo si se sintetiza y generaliza la voluntad y las exigencias de las amplias masas, será posible trazar líneas y orientaciones justas que se avengan a las aspiraciones e intereses del pueblo, y conquistar su corazón y alentarlo en la lucha. Si no se logra reflejar fielmente la voluntad de las masas populares, es probable que se cometan errores subjetivistas en la dirección de la revolución y la construcción y entonces no se podrá poner en juego la facultad creadora de ellas.
Una vez adoptadas la línea y orientación que reflejan la voluntad y aspiraciones de las masas populares, hay que explicarlas ampliamente entre estas, para que las hagan suyas.
Toda línea y orientación del partido se llevan a la realidad, a fin de cuentas, gracias a las masas populares. Cuando estas llegan a conocer la justeza de la política del partido y las vías para su ejecución, la aceptan como una cuestión vital y se esfuerzan por realizarla, manifestando un elevado entusiasmo e iniciativa.
Al contrario, una línea y orientación incomprendidas por ellas no producen gran efecto en la práctica. La línea y orientación del partido muestra la fuerza poderosa cuando se comprendan por las masas populares y manifiestan su poderío cuando se aceptan por estas.
Dar la comprensión de la línea y orientación del partido a las masas populares y transformarlas en las propias de ellas constituyen un asunto muy importante. Los funcionarios, miembros de mando de la revolución, deben esforzarse para armar a los miembros del partido y los trabajadores con la línea y orientación del partido y levantar las masas amplias en el cumplimiento de la política del partido siendo semillas y llama de fuego.
El Partido del Trabajo de Corea, el cual es infinitamente fiel a las masas populares, decide la orientación entrando siempre al pueblo y reflejando su opinión y exigencia.
Toda la línea y orientación del Partido del Trabajo de Corea, por reflejar opiniones y exigencias del pueblo, se transforman en las propias de las masas populares y se materializan cabalmente en la vida real.