Otro de los atributos esenciales del hombre es la creatividad.
¿Qué es la creatividad?
El Secretario General Kim Jong Il dijo:
"El espíritu creador es un atributo del ser social que transforma el mundo y forja su destino con fines bien definidos."
Gracias a que cuenta el hombre con la creatividad transforma lo viejo mientras hace lo nuevo, para de esta manera hacerle servir la naturaleza y la sociedad.
La creatividad es el carácter de transformar y reformar de manera activa y con fines bien definidos según su aspiración y necesidad las cosas y los fenómenos del mundo circundante.
El hombre parte de la necesidad independiente de dominar el mundo circundante para tratarlo de manera activa, no pasiva, e intencional, no ciega.
Es posible que haya alguien que piense que el nido del pájaro o la cueva del animal son creaciones. Es más, el mono o el chimpancé se vale del palo para recoger frutas y la nutria se sirve de ramitas para hacer la presa protectora de su madriguera. Vale la pena que lo piense.
Sin embargo, no son creativas tales acciones de los animales. Porque no las varían según las condiciones y la coyuntura en constante cambio ni las desarrollan con el tiempo que pasa. Desde antiguo no se ha notado ningún cambio en hacer tanto el nido como la cueva. El mono se vale de la pierda y el palo, pero jamás los transforma. El animal no es creador, de modo que de él no se espera ninguna transformación intencional.
El hombre se difiere cualitativamente del animal. Sabe, pero no se contenta con aprovechar las cosas naturales tal como están sino que las cambia o transforma según su gusto y voluntad. En el caso de las condiciones desfavorables o innecesarias las transforma en favorables y necesarias. Sabe corregir el correr del río. Es capaz de cambiar y transformar las cosas y los fenómenos en su estructura y forma y hasta en sus propiedades de tal manera que va dominando el mundo para su bien.
La creatividad es también el carácter de hacer lo nuevo.
El hombre sabe hacer lo nuevo según su necesidad y voluntad aprovechando lo que existe objetivamente sin contentarse con cosas dadas.
El rasgo más importante de las acciones creativas del hombre consiste en no limitarse a la reformación parcial de los objetos sino en hacer lo nuevo que estime necesario. No se refiere a hacer materias nuevas sino objetos de nueva forma e índole que no existe en la naturaleza.
Hasta los medios ultramodernos tales como el robot y la computadora que hacen las veces del hombre en el trabajo productivo y los bienes materiales y espirituales necesarios para la comida, la ropa y el techo son productos de las acciones creativas del hombre.
Gracias a ellas se dan nuevas cosas artificiales, que no se hacen en la naturaleza misma, con las que va el hombre a seguir dominando el mundo objetivo.
El hombre es el ser creador. La capacidad de reformar y transformar las cosas y los fenómenos y la facultad de hacer lo nuevo son inseparables en el trabajo humano de transformar el mundo.
El factor determinante de la creatividad humana es conocimientos científicos y tecnológicos. Estos constituyen la conciencia social que refleja la esencia y el movimiento de las cosas y los fenómenos y la fórmula y el método de aprovecharlos. Gracias a que los posee el hombre es capaz de acabar con lo viejo y hacer lo nuevo. El trabajo creador del hombre no es que no tiene nada que ver con la experiencia, la aptitud, la destreza y la salud. No obstante, estos no valen más que los conocimientos científicos y tecnológicos. El factor fundamental del trabajo creador yace en conocimientos científicos y tecnológicos, cuya mejoría implica el aumento de la capacidad creadora. El hombre irá adquiriendo más conocimientos exhibiendo mayor capacidad creadora.
Los conocimientos científicos y tecnológicos y la creatividad están estrechamente ligados, pero no son iguales. Al contarlos el hombre llega a tener la creatividad.
Los conocimientos son la garantía y la prueba de la creatividad humana.
El hombre es el ser que cuenta con la creatividad.
Saber es poder. Sabiendo el hombre llega a hacerse el ser más poderoso, dueño auténtico del mundo con el aumento incesante de la capacidad creativa.
