Póngase letras de registro Son letras prohibidas
La idea Juche creada por el Presidente Kim Il Sung desarrolla los principios del socialismo científico

Gabriel Martínez
Presidente del Centro de Estudios de la Idea Juche

El socialismo es ciencia. Esta es una verdad demostrada por la experiencia y por la trayectoria del desarrollo del movimiento obrero y revolucionario internacional. En la historia, fue Karl Marx el responsable de transformar el socialismo en una ciencia y de crear una teoría revolucionaria, que no sólo explicaba la esencia reaccionaria del sistema capitalista explotador, sino que lanzaba un llamamiento a todos los trabajadores y revolucionarios para que se lanzaran a la lucha por la transformación revolucionaria de la sociedad.

Después, heredando y desarrollando los principios establecidos por el marxismo, V. I. Lenin fundó el Partido Bolchevique, estudió de manera profunda la transformación del capitalismo en imperialismo y dirigió la primera revolución proletaria de la historia, estableciendo el primer país socialista. Así, el marxismo-leninismo dio un impulso decisivo a la lucha de las masas populares, iluminando el camino de millones de explotados en todo el mundo. Las luces irradiadas por la Revolución de Octubre estimularon el poderoso movimiento anticolonial que se extendió a las colonias y semicolonias, asestando un golpe decisivo al sistema colonial del imperialismo.

Influido por la Revolución de Octubre, el proletariado de los países asiáticos creó por primera vez organizaciones revolucionarias marxistas. En China, en 1921, se fundó el Partido Comunista de China. En Corea, en 1925, se fundó el Partido Comunista de Corea. En el caso de Corea, el primer partido comunista pronto sería destruido, gracias no sólo a la represión que sufrió por parte del imperialismo japonés, sino también a las contradicciones internas del propio partido. Las fuerzas fraccionalistas, haciendo una interpretación dogmática del marxismo, comenzaron a entablar disputas completamente ajenas a los intereses de las masas trabajadoras del país, lo que trajo un enorme daño al desarrollo de la lucha revolucionaria. Esto requirió a la clase obrera coreana y a las fuerzas revolucionarias del país establecer una nueva teoría revolucionaria y un partido.

En 1926, Kim Il Sung fundó la Unión para Derrotar al Imperialismo y comenzó a investigar la línea de la revolución coreana.

El gran Líder, camarada Kim Il Sung dijo:

"Fue tarea inmediata de la UDI derrotar al imperialismo japonés y lograr la liberación y la independencia de Corea, y su objetivo final radicaba en la construcción del socialismo y el comunismo aquí, y, a la larga, destruir a todos los imperialismos y realizar el comunismo en el mundo."

Kim Il Sung estudió con ahínco las obras clásicas del marxismo-leninismo y reforzó su comprensión y confianza en los principios del socialismo y el comunismo. Al mismo tiempo, se dio cuenta de que el viejo camino basado en la copia mecánica de las experiencias extranjeras estaba condenado al fracaso, recorrió el camino de la revolución independiente y sentó las bases de la idea Juche.

En 1930, durante la Conferencia de Kalun, Kim Il Sung pronunció el histórico discurso “El camino a seguir por la revolución coreana”. Aquella quedaría marcada como la conferencia en que se proclamó la creación de la idea Juche. En la conferencia celebrada en Kalun, Kim Il Sung definió de manera científica el carácter de la revolución coreana como revolución democrática antiimperialista y antifeudal, aclarando cuáles son las fuerzas motrices y el objeto de dicha revolución. Siendo la revolución coreana una revolución democrática, antiimperialista y antifeudal, era necesario que los comunistas coreanos formaran un frente único de todas las fuerzas verdaderamente democráticas, progresistas, antiimperialistas, compuesto por el proletariado como centro, el campesinado, la pequeña burguesía y la burguesía nacional consciente. También durante la Conferencia de Kalun, Kim Il Sung desenmascaró y analizó la actividad de los grupos fraccionalistas, que pretendían conquistar la "hegemonía" apoyándose en debates y actividades contraproducentes, mientras buscaban el reconocimiento a toda costa de la Internacional Comunista.

Kim Il Sung explicó que el movimiento comunista coreano debía preparar en primer lugar la base organizativa del partido revolucionario y no crear artificialmente un "comité central" carente de toda legitimidad y conexión con las masas populares. El reconocimiento internacional del partido revolucionario vendría como consecuencia del correcto trabajo realizado entre las masas y el impulso del movimiento revolucionario. Desenmascaró la actividad de los grupos "izquierdistas", que alentaban levantamientos y aventuras que al final sólo producían resultados desastrosos para el movimiento revolucionario, así como la de los grupos oportunistas de derecha, que se oponían a la realización de la lucha armada antijaponesa.

Al explicar correctamente cuáles eran las tareas que debía cumplir la revolución coreana, Kim Il Sung trazó el camino correcto que debía seguir el pueblo coreano en su lucha revolucionaria. Fue precisamente gracias a esta línea que el pueblo coreano pudo finalmente conquistar su independencia nacional, expulsando al imperialismo japonés, fundar la República Popular Democrática de Corea y pasar a la construcción del socialismo. A pesar de que se enfrentaban a enormes dificultades y contratiempos, y en medio de la realidad de la división de la Patria, dirigidos por Kim Il Sung, las masas populares coreanas lograron superar cada una de estas dificultades. En este sentido, es correcto decir que la idea Juche refleja correctamente las aspiraciones de las masas populares en su lucha por la independencia. Al analizar la limitación histórica de la doctrina del marxismo-leninismo, Kim Il Sung formuló nuevas concepciones y teorías del socialismo científico.

La idea Juche es una nueva y revolucionaria idea centrada en el hombre. Delinea científicamente la posición y el papel que ocupa el hombre en el mundo. El hombre es un ser social dotado de independencia, espíritu creador y conciencia. La idea Juche también ha esclarecido correctamente el papel que desempeñan las masas populares como sujeto de la historia social, determinando que la sociedad avanza y progresa según la acción y el papel consciente que desempeña este sujeto, es decir, las masas populares.

La historia de la humanidad es la de la lucha de las masas populares. Las masas populares pueden avanzar y desarrollar solo a través de la lucha en contra de todo tipo de obstáculos que violan su independencia. Como el capitalismo es el último sistema basado en el antagonismo entre las clases, las masas populares presentan como uno de sus requisitos importantes derrumbar el sistema capitalista y tomar los medios de producción para la realización de la independencia.

Kim Il Sung, a lo largo de su larga trayectoria revolucionaria, profundizó y desarrolló la idea Juche manteniendo una firme posición jucheana.

El socialismo científico es una ciencia que está en constante proceso de desarrollo. Es inevitable que tenga una actitud creativa hacia dicha doctrina actuando en las más diferentes condiciones y circunstancias históricas. Si los comunistas aplicaran dogmáticamente el marxismo-leninismo, sin integrarlo creativamente en la realidad de su propio país, ninguna revolución habría triunfado.

Kim Il Sung, manteniendo siempre el espíritu independiente y creador, desarrolló la teoría revolucionaria de la clase obrera y creó un arma ideo-teórico que sirve de guía no sólo al pueblo coreano sino a los pueblos progresistas y revolucionarios del mundo.

En el año en que celebramos el 110° aniversario del natalicio del gran Líder, compañero Kim Il Sung, es de fundamental importancia que estudiemos la experiencia histórica de la revolución coreana en las más diversas etapas de su desarrollo. La experiencia de lucha del pueblo coreano nos da mucha ayuda en el desarrollo de la lucha revolucionaria en nuestros propios países. Sólo a través de una correcta interpretación del socialismo científico y de la correcta integración de sus principios a la realidad concreta de los países en los que actuamos, podremos lograr victorias en la lucha por la construcción de un mundo independiente.

En la actualidad, el Partido del Trabajo de Corea, bajo la dirección del estimado compañero Kim Jong Un, sigue enarbolando la bandera roja del socialismo, manteniéndose a la vanguardia de la lucha antiimperialista. El PTC, partido revolucionario de tipo jucheano, bajo la bandera del kimilsungismo-kimjongilismo, sigue defendiendo de manera brillante la independencia del pueblo coreano y construyendo un país próspero y poderoso. Esto es una prueba de la justeza de la teoría creada por Kim Il Sung, así como una demostración de la corrección de la línea política trazada por el PTC. En un momento en que el mundo entero ha comprobado las debilidades del sistema capitalista, puestas de manifiesto por la pandemia iniciada en 2020, se demuestra una vez más la superioridad de la República Popular Democrática de Corea, sociedad socialista centrada en las masas populares, donde éstas disfrutan de los beneficios sociales más ventajosos y se gozan de una vida independiente y creadora. Este es un hecho concreto que nunca podrán ocultar ni malinterpretar los enemigos del socialismo y los lacayos del imperialismo. Tenemos plena confianza en que, dirigido por el estimado compañero Kim Jong Un y el PTC, el pueblo coreano obtendrá el triunfo sin duda alguna en la construcción del socialismo, superando todas las dificultades.