Eddie Kekana
Presidente del Grupo de Estudio de Sudáfrica de las ideas progresistas
Voy a aprovechar esta oportunidad para hablar de que el gran camarada Kim Il Sung es el veterano político sin par quien abrió una nueva era en la historia de la política de la humanidad y creó un modelo imperecedero.
Kim Il Sung se ha dotado de las cualidades y vocaciones de un político perfectos para ser un genio ideológico y teórico.
Al hablar de la grandeza de un político, ésta es inconcebible fuera de su filosofía política. Sólo puede ser un gran político el que tiene su gran filosofía política y despliega las actividades políticas en base de ella.
Kim Il Sung fundó la gran idea Juche, doctrina original y revolucionaria que refleja más acertadamente las aspiraciones y las exigencias de los pueblos oprimidos de la era de independencia, y la aplicó en la práctica para construir el régimen socialista a estilo coreano donde las amplias masas populares han sido los genuinos dueños del país.
La idea Juche creada por él es una idea filosófica centrada en el hombre, en las masas populares, que por primera vez en la historia ve en ellas como el sujeto de la historia y el dueño de la revolución, y al mismo tiempo, un concepto del mundo más científico que da respuestas generales y profundas a todos los problemas filosóficos requeridos en la era de independencia. Por esta razón la idea Juche se encuentra en el nivel nuevo y elevado de la evolución de la filosofía humana.
Siempre partiendo de la posición jucheana, el gran hombre aclaró total y originalmente todos los problemas ideológicos y teóricos que se presentaban en la revolución y construcción desde el tema de la esencia y el principio de la política hasta el de la teoría y métodos para ejercer una política auténtica.
El gran camarada Kim Il Sung ha sido el gran dirigente dotado del extraordinario liderazgo.
La política es presidir a las masas y el liderazgo constituye la cualidad más importante de un político. Solo un político con un gran liderazgo puede organizar y movilizar correctamente las masas y conducirlas hasta el triunfo. Kim Il Sung, dotado con un destacado liderazgo y vistas al futuro lejano, condujo por el camino recto de la victoria durante casi 70 años la revolución coreana y la construcción socialista coreana de mayor severidad y complejidad sin ningún error político o alteración.
Su política fue una política netamente independiente.
En la política moderna la independencia es el cordón umbilical. Solamente cuando se mantiene firmemente la independencia política se puede defender la dignidad nacional y lograr la prosperidad del país.
Al materializar el principio de independencia en la política, el gran camarada Kim Il Sung convirtió al pueblo coreano en el más digno del mundo.
La República Popular Democrática de Corea fundada por Kim Il Sung es un país independiente que pone la independencia política como lo más importante de un Estado soberano e independiente y establece a su decisión todas las líneas y políticas del Estado de acuerdo con las opiniones y exigencias del pueblo para materializarlas respecto a sus propias condiciones y apoyando en la fuerza de su propio pueblo.
Gracias a su gran política independiente, la República Popular Democrática de Corea pudo ser la gran fortaleza de independencia que, tomando la inmortal idea Juche como la inconmovible idea rectora del Estado, efectúa exitosamente la línea independiente y hace gala de su dignidad y poderío del Estado.
El gran camarada Kim Il Sung ha sido un verdadero líder del pueblo quien encarna el amor infinito hacia el pueblo.
Decían desde tiempos remotos que el político debe ser benevolente y el país se debe gobernar con benevolencia. Sin embargo practicarla no es tan fácil como hablarla.
Kim Il Sung fue el padre del pueblo quien encarnó en el nivel más sublime el amor hacia el pueblo: ningún político es comparable a él.
Con su gran noble personalidad y magnanimidad admirada por el mundo, honrada fidelidad camaraderil y humanismo, Kim Il Sung fue el padre generoso de todo el pueblo quien abrazó y atendió con generosidad a cuantos que aspiraban a la independencia; fue hombre divino quien era fiel para siempre a sus compañeros y amigos.
Su política ha sido siempre la de amor, la de confianza y la de unidad. Desde el primer día de su lucha revolucionaria vio la unidad como uno de los asuntos más importantes de la revolución y abrió la nueva era de política de unidad basada en el amor y la confianza.
Literalmente el gran camarada Kim Il Sung es un veterano político quien adornó con las victorias luminosas sus actividades políticas a lo largo de casi todo el siglo XX.
El mayor de todos los méritos inmortales del gran camarada Kim Il Sung es el de haber resuelto perfectamente el tema de heredar la dirección de la revolución coreana.
La grandeza de un veterano político se destaca todavía más en preparar el fundamento duradero por la eterna prosperidad de las generaciones venideras previendo al futuro lejano.
Con su perspicacia extraordinaria que prevé cien y mil años, preparó la firme base desde la que se heredara la política centrada en las masas populares, la verdadera política socialista.
Desde el inicio de la lucha revolucionaria captó la importancia de resolver el tema de la herencia de la dirección, hizo firmes el cimiento organizativo-ideológico y el sistema de dirección a fin de continuar la revolución: así en la República Popular Democrática de Corea se continúa ininterrumpidamente la política socialista centrada en las masas populares.
Por eso, Kim Il Sung vive siempre en el corazón de todo el pueblo coreano y la humanidad progresista del mundo.
Hoy en Corea el estimado compañero Kim Jong Un, sucesor fiel de la ideología, la dirección y personalidad de los grandes líderes, toma como la espada omnipotente de la dirección revolucionaria la ideología y la teoría de la construcción de un Estado independiente y las implanta satisfactoriamente de acuerdo con las exigencias del nuevo período del cambio histórico de la revolución coreana.
Con la bendición eterna de los grandes compañeros Kim Il Sung y Kim Jong Il y bajo la sabia dirección del estimado compañero Kim Jong Un, la República Popular Democrática de Corea, aún en las circunstancias específicas y la complicada situación mundial, no permitirá la mínima concesión ni compromiso en los asuntos de intereses fundamentales del pueblo y resolverá todos los problemas desde el principio del fortalecimiento con sus propios recursos para abrir sin falta y con sus propias fuerzas la nueva era de subsistencia y prosperidad.