AMPLIEMOS Y DESARROLLEMOS LA COOPERACIÓN SUR-SUR

    

Discurso de saludo en la Conferencia Ministerial Extraordinaria de los Países No Alineados sobre la Cooperación Sur-Sur

    9 de junio de 1987


    Estimados delegados;

    Camaradas y amigos:

    Hoy, por primera vez en la historia se ha abierto solemnemente la Conferencia Ministerial Extraordinaria de los Países No Alineados sobre la Cooperación Sur-Sur, en medio de la vehemente aspiración y exigencia de solidaridad y cooperación internacional entre los países en vías de desarrollo; esto constituye un importante acontecimiento para nuestro pueblo y los pueblos de los países no alineados.

    En la presente reunión participan ministros y otras personalidades de alto rango procedentes de numerosos países no alineados de varios continentes. Esto demuestra el alto interés y entusiasmo de los gobiernos y pueblos de esos países por la cooperación Sur-Sur y es una clara expresión de las excelentes relaciones de amistad entre estos pueblos y el nuestro.

    Con gran satisfacción por que la presente Conferencia se efectúe en Pyongyang, capital de nuestro país, en virtud de la resolución de la VIII Conferencia Cumbre de los Países No Alineados, extiendo mi calurosa bienvenida a los delegados de los diversos países no alineados y organismos internacionales, así como a todos los amigos extranjeros aquí presentes.

    Expreso mi profundo agradecimiento a los gobiernos y amigos de muchos países, sobre todo de la República de Zimbabwe, el actual país presidente del Movimiento No Alineado, por su sincera colaboración para la exitosa celebración de esta reunión.

    Es de enorme importancia que los ministros de los países no alineados se reúnan aquí para analizar y evaluar los éxitos y experiencias alcanzados hasta ahora en la esfera de la cooperación Sur-Sur y examinar seriamente las medidas y los métodos para desarrollarla de manera más amplia y dinámica. La presente Conferencia Ministerial Extraordinaria de Pyongyang servirá de importante oportunidad para ampliar y desarrollar la cooperación Sur-Sur; implantar un nuevo y equitativo orden económico internacional y afianzar la amistad y solidaridad entre los no alineados. Asimismo, ejercerá una estimuladora influencia sobre la lucha de los pueblos progresistas por defender la justicia y la paz, y realizar la independencia en todo el mundo.

    Estoy seguro de que gracias a la activa intervención de los delegados y a sus esfuerzos conjuntos, la presente reunión debatirá exitosamente los puntos del orden del día y dará excelentes resultados acorde a las esperanzas de los pueblos de los países no alineados y en vías de desarrollo.

    Camaradas y amigos:

    La ampliación y el desarrollo de la cooperación Sur-Sur se presentan hoy como un problema acuciante para estas naciones.

    Después de la Segunda Guerra Mundial numerosos pueblos de Asia, África y América Latina se liberaron de la esclavitud colonial, alcanzaron la independencia política y emprendieron el camino del desarrollo independiente, pero no son pocos los países en vías de desarrollo que no han podido lograr todavía el autosostén económico y atraviesan una serie de dificultades en la construcción de la nueva sociedad. En muchos países no alineados y en vías de desarrollo no han sido eliminadas las nefastas consecuencias de la dominación colonial imperialista, con el agravante de que por la política neocolonialista de los imperialistas y el actual sistema económico internacional desigual surgen cada día más dificultades económicas.

    El actual sistema económico internacional es producto del régimen colonialista y es un medio para llenar las áreas de los monopolios occidentales. Hoy los imperialistas, valiéndose de su posición monopólica en las relaciones económicas internacionales, aplican la saqueadora política de conseguir provechos solo para sí mismos sacrificando los de los países en vías de desarrollo. En consecuencia, las riquezas de estos países y los frutos del trabajo de sus pueblos afluyen a bajos precios a las naciones capitalistas desarrolladas, su enorme deuda externa crece sin cesar y las condiciones de vida de su población empeoran cada vez más. La distancia entre la pobreza de los países subdesarrollados y la riqueza de los desarrollados se agranda de día en día; a escala mundial se agrava aun más el fenómeno de que “los ricos se hacen más ricos, y los pobres más pobres”.

    Para salvarse de la actual situación y construir una nueva sociedad independiente los países en vías de desarrollo deben desprenderse, necesariamente, de las relaciones de dependencia económica y construir una economía autosostenida.

    El autosostén económico es la base material que garantiza a cada nación la soberanía e independencia. Solo cuando lo esté en el terreno económico, podrá mantener consecuentemente la posición independiente, ejercer plenamente su soberanía en las relaciones exteriores y consolidar la independencia política.

    La cooperación Sur-Sur es una noble obra de estos países para alcanzar la independencia económica mediante la cooperación técnico-económica e intercambios de conveniencia mutua y represente; las nuevas relaciones económicas internacionales basadas en sus aspiraciones e intereses comunes. Ella es, en esencia, un movimiento internacional que sus pueblos, ya independientes en lo político libran para alcanzar su liberación económica y ejercer su soberanía.

    Si promueven la cooperación Sur-Sur, pueden liberarse de las relaciones de esclavitud y dependencia económica y construir con éxito la economía nacional independiente. Si ella marcha bien, será posible invalidar el actual sistema económico internacional injusto y establecer otro nuevo, equitativo, así como ejercer una influencia positiva sobre el mejoramiento de las relaciones Sur-Norte.

    Las condiciones y posibilidades para la cooperación Sur-Sur son suficientes. Por la identidad de su situación y aspiración, los países en vías de desarrollo tienen interés común por ella. Cuentan con enormes recursos humanos e inagotables riquezas naturales, y tienen también una serie de valiosas experiencias y técnicas intercambiables. Si los países no alineados y en vías de desarrollo aprovechan con eficiencia todas las condiciones y posibilidades y se esfuerzan conjuntamente, podrán realizar con éxito la cooperación Sur-Sur.

    Desde que diera el primer paso de su marcha histórica, el Movimiento No Alineado siempre ha venido prestando profunda atención al fortalecimiento de la colaboración económica entre los países en vías de desarrollo. Gracias a las activas iniciativas y los esfuerzos de varios países no alineados y en vías de desarrollo, en las conferencias cumbre de países no alineados y en otras diversas reuniones internacionales se han preparado la guía política y concretos programas de acción y decisiones para la cooperación económica entre los países subdesarrollados, así como se impulsan los planes de cooperación en diversas esferas. Sin lugar a dudas, esto es un inapreciable éxito en la cooperación Sur-Sur. Pero esta cooperación aun no deja de ser los inicios en vista del enorme potencial con que cuentan los países en vías de desarrollo, y de la exigencia de la realidad. Como todos nosotros reconocemos, en la actualidad, la cooperación Sur-Sur se realiza a escala limitada, sin rebasar mucho los márgenes bilaterales o regionales.

    Los países no alineados y en vías de desarrollo deberán tomar medidas drásticas para ampliarla y desarrollarla en todos los aspectos, y vigorizar la colaboración e intercambio económicos y técnicos.

    Para ampliar y promover de lleno la cooperación Sur-Sur, los países no alineados deben mantener la independencia y, sobre esta base, observar estrictamente el principio de la autosustentación colectiva y los de igualdad completa y de beneficio mutuo.

    La autosustentación colectiva constituye el ideal común y el principio de lucha de los pueblos de los países no alineados para forjar su destino con fuerzas propias mediante la unidad y cooperación. Las masas populares deben forjar su destino por sí mismas, para lo cual es necesario que se unan y cooperen bajo la bandera del apoyo en los propios esfuerzos tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Solo cuando mantengan el principio de la autosustentación colectiva los pueblos de los países no alineados podrán promover la cooperación Sur-Sur por un cauce correcto, con el espíritu de la independencia y de la solidaridad, desistiendo del apoyo en los países desarrollados.

    Todas las relaciones económicas entre los países en vías de desarrollo deben establecerse sobre la base de los principios de igualdad completa y beneficio mutuo. Realizar la colaboración y el intercambio desde la posición de completa igualdad y conforme a los intereses de cada uno es una característica importante de la cooperación Sur-Sur. Si entre los países en vías de desarrollo se permiten relaciones económicas unilaterales y desiguales, resultará que un país atente contra los intereses del otro y, más adelante, se establezcan entre ellos nuevas relaciones de subyugación y dependencia. Esto contradice el ideal y el objetivo fundamental de la cooperación Sur-Sur. Los países no alineados, independientemente de su extensión territorial y su nivel de desarrollo económico y cultural, deberán realizar la colaboración y el intercambio económico y técnico en el sentido de ayudarse con sinceridad unos a otros y asegurar los beneficios mutuos, de modo que la cooperación Sur-Sur devenga un modelo de relaciones económicas internacionales imparciales y equitativas.

    A mi juicio será racional desarrollar la cooperación Sur-Sur por el método de iniciarla en las ramas donde realmente urge y es factible, y ampliarla gradualmente acumulando las experiencias y consolidando los éxitos.

    Realizar hoy de manera apropiada la cooperación Sur-Sur en la esfera comercial y la financiero-monetaria es un problema importante.

    La cooperación Sur-Sur, en tanto que relaciones económicas entre los países no ricos, debe diferir radicalmente de los nexos que persiguen las naciones ricas. El comercio y otras relaciones económicas entre los países subdesarrollados han de ser, lógicamente, de genuino carácter cooperativo, no propenso a exigencias y beneficios unilaterales.

    Los países no alineados deberán establecer un sistema mundial de preferencias comerciales de modo que el comercio entre los países en vías de desarrollo se despliegue con vigor y en condiciones mutuamente favorables. Puede decirse que para ellos el trueque es la mejor forma de comercio. Los países en vías de desarrollo deberán ampliar activamente el comercio mediante el trueque y otras diversas formas, sobre la base del principio de conveniencia mutua y conforme a los intereses de cada uno. Aun en el caso de que emprendan la colaboración o coexplotación económica, considero que será racional que el capital invertido y sus utilidades se liquiden, en la medida de lo posible, con productos de la empresa o el país dado. Cuando ofrecen préstamo, no deben exigir un interés alto, sino bajo o sin este, de manera que ayude realmente al desarrollo económico.

    Consideramos necesario promover activamente la cooperación Sur-Sur en la agricultura para alcanzar el autoabastecimiento de víveres.

    Muchos países en vías de desarrollo aún no están libres del hambre y la miseria, y los imperialistas, utilizando sus cereales como arma, intentan subyugarlos en lo económico y dominarlos en lo político. Por tanto, resolver el problema del alimento mediante el desarrollo de la agricultura se les presenta como una tarea importante para librar a sus pueblos del hambre y la miseria y salvaguardar su independencia. Resulta una forma de colaboración muy apropiada el que los países no alineados, planteándose la estimuladora meta de autoabastecerse totalmente de alimentos en un corto lapso, efectúen la coexplotación agrícola con variadas formas y métodos, y cooperen estrechamente en las obras de irrigación, en el mejoramiento de los métodos de cultivo, en la investigación agronómica y en la producción de máquinas.

    El hecho de que en no pocos países en vías de desarrollo los pueblos, a consecuencia de la dominación colonial del imperialismo, no están libres de las enfermedades, les urge intensificar la colaboración en la esfera de la salud pública. Para acabar con las enfermedades y proteger la salud de sus pueblos, les será conveniente activar la colaboración y el intercambio en el desarrollo de la medicina moderna y la tradicional, y en el aumento de la producción farmacéutica y organizar ampliamente hospitales conjuntos.

    La cooperación Sur-Sur en la esfera de las ciencias y la técnica es igualmente de suma importancia para su progreso económico y técnico.

    Si efectúan una cooperación e intercambio eficientes en esta esfera, podrán solucionar no pocos problemas científicos y técnicos que surjan en la construcción de la nueva sociedad, sin tener que apoyarse en países adelantados, lo que les resulta muy costoso. Con un sincero y noble espíritu de colaboración, los países en vías de desarrollo deben realizar la cooperación técnica con dinamismo y por diversos métodos, incluido el intercambio de técnicos y especialistas, así como de documentos. En el caso del envío de técnicos y especialistas los países no alineados no deben exigir un alto emolumento para ellos, y en cuanto a los documentos tecnológicos, entregarlos gratuitamente.

    Además, deberán ampliar y desarrollar activamente la colaboración y el intercambio en otras esferas, entre ellas las de la explotación de los recursos naturales, de la industria y de la enseñanza.

    En la actualidad, para los países en vías de desarrollo es de suma importancia resolver justamente su deuda externa.

    Este problema acarrea hoy graves consecuencias a la vida social y económica de esos países y la economía mundial. Sin sacudirse el pesado fardo de la deuda externa ellos no pueden construir con éxito la nueva sociedad, sobre todo la economía nacional independiente. Para resolverlo puede haber diversas vías. A nuestro juicio será una fórmula racional que mediante negociaciones bilaterales o multilaterales entre los países deudores y los acreedores se establezca una moratoria hasta que los países en vías de desarrollo lleguen a ser capaces de pagar sus deudas con la construcción de la economía nacional independiente, dejando congelados, mientras tanto, los intereses correspondientes.

    La cooperación Sur-Sur es una obra de los mismos países no alineados para conseguir provechos comunes. A fin de ampliarla y desarrollarla a plenitud, todas estas naciones deben intensificar su apoyo político mutuo compartiendo un mismo criterio y posición sobre ella y esforzarse con celo para su realización. Tienen que hacer esfuerzos por cumplir las resoluciones y los programas de acción aprobados para la cooperación Sur-Sur en diversas reuniones internacionales, y buscar y desarrollar sin cesar formas y métodos activos para darle mayor amplitud y eficiencia a esa cooperación.

    Oponerse a la guerra y preservar la paz es la tarea más importante que se presenta hoy ante el Movimiento No Alineado, y solo cuando estén garantizadas la paz y la seguridad en el mundo, la cooperación Sur-Sur podrá fomentarse sin tropiezos.

    Los pueblos de los países en vías de desarrollo se oponen a la guerra y desean unánimemente la paz. Ellos necesitan hoy el ambiente pacífico para la construcción de una nueva sociedad. Solo con la paz garantizada podrán dar acicate a la construcción económica y levantar la economía nacional independiente.

    El Movimiento No Alineado constituye una poderosa fuerza antimperialista en favor de la paz. Sus países miembros deberán combatir con más energía para frenar la carrera armamentista, realizar el desarme total, desmantelar las agresoras bases militares extranjeras y crear las zonas desnuclearizadas y de paz en diversas regiones del mundo.

    En el presente, los gobiernos y pueblos de muchos países progresistas del orbe presentan propuestas constructivas para conjurar la guerra y salvaguardar la paz y luchan tesoneramente para su realización. El Gobierno de nuestra República apoya activamente las justas propuestas e iniciativas de muchos países encaminadas a reducir los armamentos, liquidar las armas nucleares y crear las zonas desnuclearizadas y de paz, y expresa su firme solidaridad con todos los pueblos que libran enérgicamente el movimiento antibelicista y por la paz en diversos continentes y regiones del planeta.

    Fortalecer y promover más el Movimiento No Alineado constituye una importante garantía para estrechar los lazos de amistad entre sus países miembros y realizar con éxito la cooperación Sur-Sur. Solo reforzándolo y desarrollándolo es posible defender la soberanía, al rechazar las maniobras de agresión e injerencia de los imperialistas, y resolver conforme a los intereses de los pueblos de los países emergentes todos los problemas en las relaciones internacionales, entre otros los de fomentar la cooperación Sur-Sur y de establecer un nuevo orden económico internacional. Los países no alineados deben realizar tesoneros esfuerzos para defender con firmeza el noble ideal y principio del Movimiento, y fortalecer su unidad y cohesión de modo que cumpla excelentemente con su importante misión ante la época y la humanidad.

    El Gobierno de nuestra República considera como su sagrado deber luchar por el reforzamiento y el desarrollo del Movimiento No Alineado, y por la exitosa realización de la cooperación Sur-Sur. En sus relaciones económicas exteriores siempre dirige una profunda atención a intensificar la cooperación económica y técnica con los países no alineados y, sobre todo, se esfuerza enérgicamente para realizar la colaboración en la esfera de la agricultura. Hemos acumulado ciertas experiencias en la organización y la gestión de los centros de investigación agronómica y las granjas experimentales en algunos países africanos, e impulsamos los planes para ampliar la cooperación con dichos países en esta esfera.

    La cooperación económica y técnica en constante ampliación y desarrollo entre el nuestro y otros países no alineados ayudará no solo a la construcción económica socialista en nuestro país, sino también a la lucha de otros países no alineados por la edificación de una economía nacional independiente.

    También en el futuro, el Gobierno de nuestra República, enarbolando la bandera de la independencia, la amistad y la paz, hará todo lo que esté a su alcance para fortalecer y desarrollar esas relaciones de amistad y cooperación y cumplirá honestamente con su responsabilidad y deber en la sublime empresa de realizar la cooperación Sur-Sur.

    Ustedes son huéspedes distinguidos de nuestro pueblo. Este se siente satisfecho de tener amigos como ustedes en varios continentes del orbe. Durante su estancia aquí, comprobarán los cálidos sentimientos de amistad que nuestro pueblo abriga por los pueblos de los países no alineados.

    Espero que ustedes hagan todos los esfuerzos sinceros y honestos para asegurar el éxito a la Conferencia Ministerial Extraordinaria de Pyongyang, y les deseo de todo corazón logros relevantes en sus futuras actividades.