Un día de octubre de 2023, tuvo lugar una boda en un restaurante en el municipio de Hwasong de la ciudad de Pyongyang.

Al celebrar la boda siendo objeto de bendición de muchas personas, los ojos de Kim Myong Hyok estaban anegados en lágrimas.

¿Por qué?

Hacía poco el joven regresó a su casa tras concluir el servicio militar, pero sus padres se fueron de este mundo por una enfermedad.

Cuando él estaba desesperado ante tal tragedia, los cuadros y empleados de la empresa en que trabajaba le dieron ayudas desinteresadas en lugar de sus padres y hermanos.

Remodelaron la vivienda y en fiestas y días de descanso le visitaban para que no sintiera soledad.

Al darse cuenta de que iba a casarse, la empresa se hizo cargo de la boda y los funcionarios del comité municipal del Partido y los vecinos lo ayudaron con toda sinceridad diciendo que era una fiesta tanto de la aldea como del municipio.

Hasta las personas totalmente desconocidas felicitaron su boda.

Así, el afortunado se sentó delante de la fecunda mesa siendo objeto de felicitación de muchas personas.

Las lágrimas del joven eran la erupción del sentimiento de gratitud al Partido que ha convertido a todo el país en una gran familia armoniosa.