Se ha erigido en la ciudad de Sariwon de la provincia Hwanghe del Norte de la RPDC una ciudadela folklórica, que es seguida ahora en la capital Pyongyang la labor para edificar un parque folklórico.
La primera es la creación que muestra en forma intensiva la larga historia y superiores tradiciones folklóricas de Corea y sirve de lugar de descanso de los habitantes.
Está situada a la falda del pintoresco monte Kyongam y se divide en los sectores céntrico, de recreo y de viviendas.
En la entrada de la ciudadela folklórica se resaltan a la primera vista los edificios con tejados de estilo coreano.
Estos, incluida la Fonda de Kyongamsan, tienen el tejado y techo multiformes conforme a las características del período histórico pasado.
También están alineados a ambos lados de la ciudadela los comedores de platos nacionales como pan de arroz glutinoso, de pastilla y de bebida makkoli y este último es un lugar más visitado no sólo por los ciudadanos sino también por huéspedes extranjeros, por su sabor singular y aromático.
Están habilitados también los centros de recreo cubierto y al aire libre, donde ofrecen las comodidades para hacer juegos de yut, ajedrez oriental y baduk, sin distinción de estaciones.
Lo más peculiar es el campo de recreo folklórico.
Aquí hay muchos vestigios y reliquias históricas. Los representativos son la lápida de la tumba del rey Kwangguetho, el observatorio, el pluviómetro, la pintura al fresco de las tres tumbas en Kangso, los dolmenes y otros.
También hay mozaicos que dividen la historia de Corea según la cronología, de los cuales se resalta el “Coguryo, potencia del Oriente”. Los vestigios históricos y dibujos al fresco contribuyen a que la nación coreana continúe con firmeza el estirpe nacional con alta dignidad de que es el pueblo inteligente y valiente.
El “pabellón Songun” levantado sobre una escarpada roca del borde del monte Kyongam, desde donde se puede divisar la ciudadela folklórica, se considera como lugar pintoresco y orgullo de dicho monte.
Cada día muchos la visitan para presenciar los objetos históricos y degustar los platos nacionales. Los jóvenes y niños se reúnen en los lugares de juegos folklóricos disfrutando con el juego de volante, la cometa, el juego de yut y otros. Esto es otro paisaje agradable a la falda del monte Kyongam.
Ensalzar el espíritu nacional y darle vivacidad es la invariable política del Partido del Trabajo de Corea (PTC).
La ciudadela folklórica de Sariwon ya terminada de ornamentar bajo la conducción del PTC hará gran aporte a enriquecer los concimientos sobre la historia y el folklore entre los estudiantes, alumnos y trabajadores coreanos e infundirles el orgullo y la dignidad nacionales.
