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El Primero de Mayo y los trabajadores de la RPDC

    Hoy todos los trabajadores de la RPDC conmemoran su efemérides mientras pugnan por abrir una época de plena prosperidad de la Corea Songún.

    A partir de la liberación de la patria, la clase obrera, el campesinado y los intelectuales de la RPDC celebran juntos el Primero de Mayo como día de los trabajadores, lo que constituye una rutina en la RPDC. Gracias a que el Partido del Trabajo de Corea (PTC) ve al dueño del Estado en el pueblo, oprimido y ultrajado bajo la dominación colonial del imperialismo japonés conduciendo la revolución y la construcción con sus fuerzas unidas, el Primero de Mayo se ha hecho una fiesta significativa de todos los trabajadores.

    El PTC viene dirigiendo la revolución y la construcción considerándolos como protagonistas de la revolución y dueños de una nueva patria próspera. La insignia del PTC del martillo, la hoz y el pincel implica la noble voluntad de agruparlos firmes en torno al partido e impulsar la revolución y la construcción de una patria próspera por medio de movilizar al máximo su entusiasmo revolucionario e impulso creativo.

    La historia de la construcción de una patria próspera del RPDC engendra creaciones seculares y hazañas inmortales de todos los trabajadores coreanos que se han abnegado por la patria y la revolución siguiendo la conducción del PTC y el líder.

    Los trabajadores coreanos vienen pugnando, desde la liberación de la patria hasta hoy, por construir sobre esta tierra una potencia independiente y próspera confiando sólo en su Líder y Dirigente. Comenzaron, sobre las ruinas, la construcción de una patria próspera guardando en lo hondo del corazón la benevolencia del Presidente Kim Il Sung que les veía a protagonistas y durante la guerra de liberación de la patria hicieron magnos aportes a su triunfo con producir materiales bélicos a riesgo de vida o muerte. La heroica clase obrera avivó las llamas del gran auge de Chollima fabricando camiones y tractores y los trabajadores agrícolas y los intelectuales incrementaron la producción de cereales e impulsaron los avances científicos y tecnológicos. Gracias a su lucha indoblegable se construyó una potencia socialista independiente, autosuficiente y autodefensiva. Las conquistas de la revolución coreana, alcanzadas a sangre y sudor, muestran el espíritu de sacrificio y el heroísmo masivo de todos trabajadores en aras de la prosperidad de la patria siguiendo fielmente la conducción del PTC y el Líder.

    El espíritu revolucionario y el poderío combativo de los trabajadores coreanos se han puesto de manifiesto mientras pugnaban por conquistar la cumbre de una gran potencia socialista bajo la dirección Songun del partido.

    En la década de los 90 en que la revolución coreana se hallaba en una situación muy difícil, la clase obrera, el campesinado y los intelectuales realizaron milagros y hazañas inmortales en defender la patria socialista y construir una gran potencia próspera siguiendo la política Songun. En medio de la majestuosa lucha de la revolución Songun aquellos se formaron como combatientes indoblegables con el espíritu militar revolucionario y como héroes de la construcción de una gran potencia próspera del nuevo siglo bajo la dirección del Dirigente Kim Jong Il. Pese a la situación adversa de la “marcha penosa” y la forzada se creó el espíritu Kange y se encendió la antorcha de Songgang abriendo el camino de la construcción de una gran potencia próspera. Se registraron nuevos virajes en la renovación técnica de la economía nacional y la materialización de las orientaciones de la revolución agrícola del PTC, se construyeron numerosas obras monumentales de la época Songun y se abrió el nuevo horizonte de la ciencia y la tecnología de punta como el lanzamiento del satélite artificial “Kwangmyiongsong No. 1”, cuyos éxitos asombrosos no se pueden imaginar al margen de su lucha abnegada por verificar el proyecto de la construcción de una gran potencia próspera del PTC. Hoy el espíritu de Taechon constituye una demostración clara del espíritu revolucionario de los trabajadores coreanos, convictos y optimistas, que realizan milagros venciendo cualesquier dificultades.

    El pueblo coreano viene realizando milagros y proezas en la construcción de una gran potencia próspera socialista uniéndose firmes en torno al Dirigente. En estos días se ha consolidado mil veces la unidad monolítica de los militares y el pueblo teniendo en el centro la Dirección de la revolución y se ha preparado una poderosa fuerza de retención militar capaz de derrotar cualquier enemigo. Así que se está abriendo una nueva era de plena prosperidad de una gran potencia próspera.

    Los trabajadores coreanos se determinan a lograr grandes avances en la construcción de una gran potencia próspera y hacer brillar su patria como potencia socialista del Juche bajo la conducción Songun del Dirigente Kim Jong Il.

    Todos los trabajadores de la RPDC, guiados por el Gran Dirigente, lucharán enérgicamente por construir la Corea Songun como paraíso del pueblo heredando las tradiciones orgullosas de la causa de la construcción de una patria próspera.