A escala mundial muchas personas pierden hogares y bienes por desastres naturales y sufren toda pena al aire libre.
Pero en la RPD de Corea los damnificados llevan una vida feliz bajo la atención del Estado.
Hasta que termine la construcción de nuevas viviendas en zonas inundadas en julio pasado sus habitantes llevan días alegres en la capital Pyongyang como “huéspedes especiales” del Partido del Trabajo de Corea.
Asisten a funciones artísticas en teatros y se divierten en el Complejo de Piscinas de Recreación de Munsu, las Piscinas de Rungna y la playa de Ryongsupho durante el periodo bochornoso.
Los alumnos de dichas zonas cultivan sueños hermosos sobre el futuro visitando el Palacio de Escolares y Niños de Mangyongdae, el Palacio de Ciencias y Tecnología, el Museo de la Naturaleza y el Parque Zoológico y continúan el estudio con nuevos uniformes, calzados y artículos suministrados por el Estado.
Las risas de las personas damnificadas se podrán oír solo en la Corea socialista donde se materializa la primacía a las masas populares.
