Cuando la crecida inesperada arrasaba la provincia de Phyong-an del Norte a fines de julio pasado, un habitante de la comuna Ojok de su distrito de Uiju se angustiaba mucho, pues su mujer estaba en vísperas de parto.
Ante la crecida y la agonía de la esposa él se sintió desesperado sin saber qué hacer.
A tal momento crítico un helicóptero enviado por el mandatario Kim Jong Un llegó a su aldea para salvar a los damnificados y al cabo de unas horas su esposa dio a luz a un varón.
Todos expresaron que al margen de las medidas de urgencia tomadas por el mandatario su hijito no habría sido nacido y la parturienta, muy emocionada, dijo que su bebé vino al mundo gracias al mandatario y lo reflejaría en su denominación.