La costumbre de celebrar Año Nuevo de los coreanos que hace vislumbrar la estética nacional se divide, en gran parte, en los preparativos, vestimenta, saludo, manjares y juegos.
En el último día del año limpian con esmero el interior y exterior de la casa y preparan manjares para Año Nuevo.
Con vestidos elegantes tributan reverencia primero a los difuntos antepasados y luego lo hacen hijos por turno a mayores según la edad. Después visitan a parientes cercanos, mayores de la aldea y maestros para saludarles. Entre amigos intercambian palabras de felicitación con el deseo de que todo ande bien en el nuevo año.
Hacer la reverencia con motivo de Año Nuevo es la usanza intrínseca de los coreanos que respetan a los mayores y aprecian mucho la cortesía.
Lo distinguido es preparar comidas exquisitas y compartirlas junto con familiares, parientes y vecinos. Los manjares representativos son géneros de tok, tortas, sujonggua (refresco hecho con jugos de frutas), escabeches de pescado, asados de carne, etc. De ellos tokguk es el favorito.
Los juegos folclóricos adornan más el primer día del Año Nuevo. Todos lo pasan alegremente con juegos como yut, salto sobre el balancín, vuelo de cometas, tomar trineos, juego de la peonza y rehilete, juego al volante, etc.La costumbre tradicional de celebrar Año Nuevo se continúa conforme a la nueva época bajo la atención del Partido del Trabajo de Corea.