El pueblo de Coguryo, talentoso e ingenioso hizo gran aporte a fomentar el desarrollo de la cultura nacional y hacer florecer la cultura del Oriente por medio de crear la cultura excelente conforme a su propia costumbre y sentimiento.
Las reliquias culturales de la era Coguryo muestran la inteligencia y el talento sobresalientes del pueblo de Coguryo. He aquí unas de sus representaciones: tres budas de oro y cobre del año 7 del calendario Yonga.
Son reliquias que se encontraron en la sede del reino de Coguryo de Pyongyang, esculturas de forma vertical, colocadas sobre el sostén redondo de la parte inferior grabada de tres pliegues de lotos y respaldada por los rayos dorados de forma de abanico. Una vez descubiertas fueron objeto de atenciones de los círculos académicos tanto internos como externos por la excelencia de sus artes plásticas.
Resaltan en forma tridimensional el objeto de la descripción con piedras, metales, maderas, yeso, etc. Es más fuerte en la expresión visual que otras formas de bellas artes, lo que se debe a la manía plástica de describir el objeto en forma tridimensional tal como fue.
A la sazón en Coguryo estaba muy avanzada y en boga la escultura. Hay notas de que en aquel entonces celebraban ceremonias en recuerdo del difunto con las efigies escultóricas del primer rey Dongmyong y la reina en los santuarios tales como el templo y la capilla, lo que testimonia claramente que las obras esculturales formaban parte importante de la vida cotidiana.
Las reliquias escultóricas de la era Coguryo, entre ellas leones de piedra de la escalinata del templo Yongmyong, de pechugón saliente hacia adelante, robustas patas delanteras y ojos saltones y la imponente escultura de oro y cobre Amitayorai, encontrada en el cantón Goksan, provincia del Norte de Hwanghe, se basaron en la penetración profunda y la abstracción detallada del objeto, por lo que representan las características peculiares de la escultura de Coguryo.
Da lo mismo en el caso de los tres budas de oro y cobre del año 7 del calendario Yonga. Son esculturas cuyos cuerpos se vaciaron por dentro para clavar ahí columnas de
En el dorso de los budas inscribieron 46 letras en cuatro columnas de que Yon, habitante de la aldea Rakrang del castillo de Pyongyang, lo había fundido en el año 539. Lo importante es el año referido. Teniendo en consideración de que en los países orientales sólo los reyes tenían el poder de institucionalizar el calendario en la edad medieval es obvio que Coguryo era un estado independiente y soberano.
Estas esculturas se expusieron en una de las galerías del Museo Central de Historia de Corea.