La noble imagen de la heroína Kim Jong Suk vestida de uniforme guerrillero ahumado de pólvora en la guerra antijponesa y puesta de falda y jogori (vestido típico coreano de mujer) en la Patria liberada conmueve hoy también el corazón de todas las gentes.
Kim Il Sung la recordó diciendo: Ella amó tanto la patria como a los compañeros como nadie y lo dedicó todo en aras de la revolución.
Después de la liberación de la Patria Kim Jong Suk se repatrió a Pyongyang. Un día fue al mercado junto con una combatiente amiga.
Kim Jong Suk paró frente a una tienda para escoger alguna cosa mientras su acompañante se acercó a la tienda de telas donde pudo escuchar la conversación de unas mujeres.
- ¿Es verdad que la generala del monte Paektu llegó a Pyongyang?
- Sí. Dicen que ella sufrió mucho en el monte combatiendo a los japs. Le merece disfrutar de la opulencia y el lujo ya.
- Por supuesto. Ella soportó todas las penalidades duras luchando al lado de Kim Il Sung para rescatar el país. Ahora no hay nada que escatimar si es para su gusto.
- Oigan, todos dirán como ustedes. Pero, en verdad no es así. Dicen que hoy también ella vive muy modesta como en el período de la lucha guerrillera.
- ¿Es verdad? ¿Ella se vestiría de ropa de algodón como nosotras?- Una mujer devolvió la pregunta.
La combatiente estaba escuchando con atención las charlas entusiastas de las mujeres cuando Kim Jong Suk le llamó con gesto de la mano.
La combatiente miró con veneración a Kim Jong Suk que se ponía la ropa modesta y común de algodón y zapatos de goma de color negro, llevando una cosa en la mano y se sumergió en la meditación.
¿Quién creerá que ésta es la generala del Paektu que hacía estremecerse de terror a los agresores nipones? ¿Cuánto se asombrarían estas mujeres si supieran que ella quien gozaba de elogio de todo el pueblo coreano como heroína de lucha antijaponesa fue al mercado con la ropa modesta igual que otras mujeres comunes?
En este momento Kim Jong Suk le preguntó afablemente en qué estaba pensando tan profundamente.
Ella le repitió todo lo que hablaron aquellas mujeres y le sugirió que sería bueno ya dejar de salir al mercado.
Kim Jong Suk dijo cordialmente: Para mí es más cómodo vivir así igual que otras. Si nos portáramos algo extraño y viviéramos confortablemente por haber combatido en el monte a diferencia de otras, el pueblo no nos seguiría. Pues esto me preocupa mucho.
Era precisamente el rasgo humano de Kim Jong Suk. Siempre era hija y madre del pueblo con que se compenetraba siempre en una posición común sin menor diferencia de otras gentes.
Hay un sinnúmero de episodios conmovedores de que después de la liberación de la Patria muchas personas “se equivocaron” por no haber reconocido a primera vista a Kim Jong Suk, generala legendaria de la lucha antijaponesa. Así era muy modesta y humilde.
