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La arteria de la economía

     El gran Dirigente Kim Jong Il dijo:

     “Depender de otros en cuanto a las materias primas y el combustible significa confiar a manos ajenas la yugular de la economía. Para autosostenerse en la economía y desarrollarla con firmeza y con vistas al futuro, es obligatorio apoyarse en las propias bases de materias primas y combustible y cubrir sus necesidades fundamentalmente con la producción nacional.”

     Como es una cuestión obvia para cualquier persona de la época de hoy, no se puede desarrollar de forma sólida y segura la economía dependiendo de otros países en cuanto a las materias primas, el combustible y la energía.

     El levantamiento de la base de las materias primas, el combustible y la energía apoyada firmemente en su propia fuerza.

     Si no se levanta guardando esta verdad, la arteria de la economía será cogida por otros y se caerá en una situación miserable de ser sometido a otros en lugar de la administración y el desarrollo de la economía sólida.

     En la situación de hoy cuando se hacen más abiertos los actos de los imperialistas que intentan tomar en sus manos las zonas de recursos que son la arteria de la economía de hoy y subyugar la economía de otros países, se hace más y más evidente la justeza de esta verdad.

     El Partido del Trabajo de Corea y el pueblo coreano confirmó ya antes la justeza de esta verdad y se levantaron en la labor para el establecimiento de su propia base de las materias primas, el combustible y la energía.

     Fue la década de 1950 y de 1960, cuando el pueblo coreano iba consolidando la base de la economía nacional independiente socialista.

     En aquel tiempo, Corea se carecía o tenía una poca cantidad de algunas materias primas y el combustible tales como la goma natural, el petróleo y el carbón coque. En tal situación, no fue fácil para el pueblo coreano levantar las bases de las materias primas, el combustible y la energía que se necesitan para el desarrollo de la economía con su propia fuerza sin ayuda alguna.

     Aunque hubo muchas pruebas y dificultades, el pueblo coreano, el cual confiaba firmemente en la justeza de la verdad de que sólo podía vivir apoyándose en su propia fuerza, no titubeó ni vaciló.

     El pueblo coreano empujó la labor de adelantar la industria de extracción, así amplió y fortaleció continuamente la base de las materias primas por una parte, y por la otra, concedió gran esfuerzo en la transformación de las materias extranjeras por las nacionales.

     Ante todo, en la situación de que no tenía el carbón de coque, realizó la lucha por el establecimiento del sistema de la industria metalúrgica autóctona que fabricaba el hierro con la antracita, cuya cantidad es mucha en Corea, y obtuvo una firme garantía de desarrollar de manera independiente la industria siderúrgica apoyándose en su propia materia prima.

     Además, decidió resolver el problema de las materias primas de la industria ligera de manera industrial con los recursos nacionales abundantes.

     En Corea, aunque no se cultiva bien el algodón a causa del clima natural, se investigó el método de producir vinalón a partir de la piedra caliza y la antracita y sacar la fibra del junco, así se ha podido resolver el asunto de la fibra que se presentaba como un asunto difícil con la materia prima nacional.

     Produjo y suministró con su propia fuerza no solamente las materias primas sino también la energía.

     Se levantaron muchas centrales hidroeléctricas y termoeléctricas de gran tamaño, medio y pequeño tamaño por la lucha activa por el levantamiento de su propia base de la energía, así que se ha sentado una firme base de la industria eléctrica basada en sus propios recursos eléctricos abundantes.

     Como se ha mencionado antes, así se ha establecido su propia firme base de las materias primas, el combustible y la energía que se hace la arteria de la economía y, con esta base, hoy Corea avanza vigorosamente por el camino de la potencia económica sin vacilación alguna de la fluctuación económica.