El compañero Kim Jong Il es un gran político cuya filosofía política es la mejor en la época actual.

Su filosofía política es la inmortal idea Juche concebida por el estimado Su Excelencia Presidente Kim Il Sung.

Esta doctrina humanocéntrica se trata de que las masas populares son dueñas de todo y exige poner todas las cosas a su servicio.

Kim Jong Il no es un simple poseedor y encarnador de la filosofía política del Juche. Él es un gran maestro de la filosofía, idea Juche, que la continúa y desarrolla.

Según su criterio, el pueblo es maestro y no existe un destacado dirigente separado de él.

Desde hacía mucho tiempo Kim Jong Il se familiarizó con personas de diferentes capas y clases a través de la dirección sobre el terreno de fábricas, campos y aldeas pesqueras junto con Su Excelencia Presidente Kim Il Sung. Y asimiló como su modo político principal esa dirección sobre el terreno ejecutada de forma original por el Presidente.

La dirección sobre el terreno fue precisamente el “curso de enseñanza política” mejor del mundo por lo que él se hizo un político eminente que conoce al dedillo la vida de la población, mueve el corazón del pueblo y goza de su absoluta confianza.

Hoy en día, todo el pueblo coreano, incluso obreros, campesinos, militares, intelectuales trabajadores, sin distinción del sexo y edad, le envían cartas en reflejo de sus sentimientos honestos y sinceros y él les manda mensajes de respuesta llena de sinceridad.

Cada día y cada momento se transmiten de diferentes capas y clases de personas de todas partes del país los asuntos personales, de familia y todas las cosas relacionadas con el asunto estatal al estimado compañero Kim Jong Il, quien las considera como su asunto de mayor importancia.

El contenido de aquellas cartas ora se refleja en la política por él ora se convierte en severas críticas a cuadros ora le provoca alegría o lágrimas de emoción.

Esto es el singular método político de Kim Jong Il, estadista eminente y es la máxima democracia que ningún político ha aplicado desde que surgiera el término político “democracia”.

(Artículo publicado en 1996 por Víctor Anpilov, secretario del Comité Central del Partido Obrero Comunista de Rusia y presidente del Comité Ejecutivo del Movimiento “Rusia trabajadora”)