Un día de diciembre de 2015, el estimado compañero Kim Jong Un dijo a los funcionarios que la capacidad de fortalecerse por propia cuenta constituye la mayor fuerza para los revolucionarios.

Prosiguió que al margen de ella no podrían mantener la naturaleza revolucionaria de la clase obrera ni construir exitosamente una potencia socialista. Como que los seres vivientes no pueden subsistir sin agua y aire, los revolucionarios carentes de esa capacidad no podrán forjar su camino y no servirían para nada, acotó.