Un día de junio de 2012 el estimado compañero Kim Jong Un dio valiosas instrucciones a los funcionarios en cuanto a la labor docente.

Aseveró que en la actual época de ciencias y tecnología la formación de talentos es una tarea importante de la que dependen la victoria o derrota de la patria, y la prosperidad o ruina de la nación.

Prosiguió que como el árbol con raíces fuertes da frutos íntegros, solo con una buena enseñanza secundaria general que imparte conocimientos básicos a alumnos, es posible formar personas competentes y que sin mejorarla no podían preparar nuevas generaciones como relevos de la revolución.