Entre los movimientos patrióticos que se libraron durante la pasada Guerra de Liberación de la Patria había el excepcional por criar a los huérfanos de guerra.

Un día de verano de 1951 el gran Líder Kim Il Sung se reunió con funcionarias de la Unión de Mujeres, ocasión en que subrayó la necesidad de desplegar a escala nacional una campaña para atender a niños huérfanos de guerra.

Así que las mujeres de todo el país se pusieron de pie en la campaña.

La presidenta de la Unión de Mujeres en el distrito Jaeryong de la provincia de Hwanghae del Sur, enviudada por los enemigos, criaba a tres hijos y dos hijas.

En su aldea vivía una familia mudada de la zona del frente. Desafortunadamente los padres, heridos por el bombardero, murieron y los dos hijos se quedaron huérfanos. La presidenta decidió encargarse de ellos desamparados.

En esos días pasó por la casa el hermano mayor, soldado que luchaba en el frente. Ante los hermanitos con lágrimas en ojos no sabía qué hacer sin poder consolarse. Entonces la mujer le dio ánimo diciendo que no se preocupara de ellos y luchara con valor para vengar a los padres.

En todos los lugares del país muchas mujeres consideraron la cría de huérfanos de guerra como una obligación moral.

Gracias a la campaña arriba mencionada los futuros protagonistas del país pudieron crecer vigorosamente aun en medio del fragor de la guerra.