Un día de noviembre de 2016 el estimado compañero Kim Jong Un visitó el Palacio de Escolares y Niños de Samjiyon, donde recorrió la sala del círculo de música de instrumentos de cuerda.

Luego de presenciar la interpretación de canciones de los miembros los elogió mucho y de repente dijo que la sala era inadecuada al círculo explicando que la interpretación de numerosos instrumentos en un espacio estrecho daba una resonancia demasiada alta.

Un rato después expuso que la alta intensidad de sonido podía dañar los oídos de los niños y señaló que redistribuyeran salas a los círculos conforme a la dimensión y el carácter de cada uno en el palacio.