La RPD de Corea, avanzada de la lucha antiyanqui durante un largo período en que se han sucedido generaciones y siglos, no ha conocido un momento de sosiego debido a la constante amenaza de agresión y guerra. Con todo, los militares y civiles conservaron intacto su imponente aspecto de defensores de la independencia emergiendo su Estado como bastión de la independencia antiimperialista y baluarte de la paz.

En su discurso de felicitación pronunciado en la IV Conferencia Nacional de Veteranos efectuado en julio de 2015, el estimado compañero Kim Jong Un aclaró: En tanto que es de Estados Unidos la ignominiosa tradición de sufrir derrotas por nuestros golpes demoledores desde los años 50 del siglo pasado hasta la fecha, es de la Corea heroica la orgullosa tradición de darle porrazos duros y seguidos al imperio norteamericano que nos embiste irreflexivamente confiando en su poderío.