Un día de febrero de 2014, el estimado compañero Kim Jong Un visitó el Centro de Tiro Recreativo Meari recién reconstruido.

Ese día, Kim Jong Un dio valiosas instrucciones sobre las actividades de servicio recorriendo varios puntos del centro de tiro durante muchas horas y de repente, se interesó por el tráfico.

El Mandatario dijo que, como el centro de tiro se situaba lejos de los barrios residenciales, a la gente le quitaría mucho tiempo llegar allí sin tomar medios de transporte masivo. Recomendó que fuera mejor solucionar el problema de ómnibus para que la gente pudiera ir al centro en cualquier momento y para ello era necesario instalar las paradas en varios sitios de la ciudad de Pyongyang.

En vista de que muchas personas acudían al lugar por unidad de familias, sobre todo en los domingos, subrayó una vez más el problema del tráfico para que el centro diera servicios también en los días de descanso.