En mayo de 1972 el gran Dirigente Kim Jong Il subió al monte Paektu contra la furiosa ventisca, donde dijo a funcionarios acompañantes que el gran Líder Kim Il Sung sufrió pésimas dificultades fuera de la imaginación humana en la lucha por liberar al país.

E indicó que el espíritu revolucionario del Paektu es un espíritu de ataque tesonero de enfrontar contratiempos y dificultades y el de lucha tenaz de levantarse de la caída cuantas veces sea necesario y añadió que con él no temerían combates enconados y podrían entonar canciones revolucionarias aun en el patíbulo.

Aquel día afirmó a los acompañantes: ¡A vivir y combatir para siempre con el espíritu revolucionario del Paektu!, esta es mi decisión firme que tomo una vez más aquí en el Paektu y lo que quería contarles.

Fue una declaración de convicción de que superaría todas las dificultades con ese espíritu y lograría sin falta la victoria de la causa revolucionaria del Juche.