A principios de enero de unos años antes, el Máximo Dirigente Kim Jong Un estuvo muy satisfecho al visitar a la Fábrica de Maletas de Pyongyang, construida nuevamente.
El Máximo Dirigente dijo calurosamente que, había un montón y una buena cosecha de maletas aunque la fábrica había construida unos días antes y que no podría olvidar este día impresionante.
Él dijo que ofrecer a los niños desde los uniformes, libros de estudio y los manuales hasta las maletas de buena calidad no era tan fácil y que estaba muy orgulloso a hacer otro trabajo difícil, pero orgulloso.
Él dio una gran confianza de que la Fábrica de Maletas de Pyongyang era una fábrica de tesoro diciendo que, estaba alegre imaginando a los niños que iban y venían sonriendo con las maletas bonitas hechas con nuestras fuerzas y que, solo ofreciendo todas las cosas necesarias a los niños coreanos, podrían contar con el alma del patriotismo de apreciar a lo suyo.
