Una vez el Máximo Dirigente Kim Jong Un dijo a los funcionarios que los revolucionarios debían conocer el ambiente del viento cortante del Paektu y que este viento era algo caliente que forja la convicción revolucionaria y atrae el milagro y la victoria a los revolucionarios, pero era el viento penetrante que castigaba severamente convirtiéndose en la ráfaga a los traidores, renegados de la revolución.
Prosiguió que el espíritu revolucionario del Paektu, espíritu del viento cortante del Paektu era el espíritu noble que el pueblo coreano debía poseer para siempre en su corazón y era el tesoro espiritual más precioso que no había que cambiar por todo el tesoro en el mundo y dijo que, si vivía con esa espíritu no había en el mundo ninguna cosa de la que temer y la que no se podía cumplir.
Así que, gracias a la acertada dirección del Máximo Dirigente, quien hizo reinar el espíritu revolucionario del Paektu, espíritu del viento cortante del Paektu en todo el país tomando la tradición revolucionaria del Paektu como el tesoro hereditario y el remedio omnipotente de la victoria de la revolución coreana, se adelanta más la construcción de la potencia socialista.