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    Un día de principios de agosto de 1975, tres carboneros de la Mina de Carbón Juventud de Sanghua sufrieron duras quemaduras durante el trabajo debido a un accidente inesperado y fueron trasladados al hospital.

    El Dirigente Kim Jong Il, al ser informado de la gravedad de su estado, llamó inmediatamente a un funcionario a la oficina.

    El Dirigente le preguntó severamente por qué no le informó inmediatamente de que los carboneros corrían el peligro y siguió: ¿Qué cosa hay más importante que salvar a los carboneros? El pueblo llama al Partido como partido madre, pero, ¿tienen, en verdad, el alma de madre?

    Y tomó las inmediatas medidas de emergencia para salvar a los tres carboneros.

    Él dijo: Es urgente hacer llegar a los personales médicos y las medicinas a los carboneros distantes. La noche está muy avanzada, pero deberían hacer volar el avión. Cada momento es precioso.

    Pero, debido al viento fuerte y la lluvia era difícil hacer despegar el avión.

    El Dirigente indagó el estado del tiempo al observatorio meteorológico y dijo que hicieran despegar de inmediato el avión militar.

    Al ser informado de que los enfermos sufrían por la hinchazón, dijo que la sandía era mejor para deshincharla y tomó las medidas de enviarles nuevos medicamentos y sandías.

    Para hacer llegarlos a los enfermos lo más pronto posible, deben hacer despegar el helicóptero, que es para este caso. Nuestra sociedad es de la clase obrera. No hay que escatimar para la salud de los carboneros, dijo con generosidad.

    Y ordenó que utilizaran el helicóptero, si era necesario, cuando los trasladaran al hospital más competente.

    Gracias al afecto del Dirigente el avión se desplegó en segunda vez.

    Su cariño se convirtió en elíxir de larga vida para hacerlos volver en sí milagrosamente y se recuperaron día a día.

    El Dirigente, al ser informado de la recuperación de los carboneros, quedó muy alegre y dispensó otro afecto de enviarlos al sanatorio para recuperar totalmente la salud después de curar en el hospital más competente.

    Gracias al cariño incesante del Dirigente los tres carboneros se recuperaron totalmente y volvieron al puesto del trabajo.