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    Son las teorías fundamentales de la idea Songun: la revolución se forja, avanza y se realiza por el fusil; el ejército que las lleva a la práctica corresponde al partido, al estado y al pueblo.

    

    1) La teoría de que la revolución se forja, se avanza y se verifica por el fusil

    El Dirigente Kim Jong Il dijo: La idea de dar importancia a los asuntos militares del Partido del Trabajo de Corea se basa en la teoría revolucionaria de que el fusil da la garantía al triunfo de la causa revolucionaria, la soberanía y la prosperidad del estado-nación.

    Esto quiere decir que el principio, el avance y la verificación victoriosos del movimiento revolucionario se impulsan y se garantizan por el poderoso fusil de la revolución.

    Ante todo, la revolución se forja con éxito por el fusil. El movimiento revolucionario principia por la lucha por verificar la independencia socio-política de las masas populares. Es la lucha de las masas populares por conseguir derechos independientes como dueñas del estado y la sociedad, libres de todo tipo de sometimiento nacional y clasista. Es importante en la lucha por realizar su independencia socio-política tomar el poder.

    La lucha de las masas populares por acabar con el viejo régimen social y tomar el poder implica la enconada confrontación con las fuerzas reaccionarias. La clase explotadora reaccionaria recurre a todo tipo de medidas para aplastar la lucha revolucionaria con el fin de mantener su poder. En tales condiciones el movimiento revolucionario por obtener la independencia socio-política necesita una poderosa fuerza militar. Sin contar con fuerzas armadas revolucionarias es imposible verificarla, lo que constituye la ley inmutable de la revolución y la verdad probada por la historia de la lucha revolucionaria de la clase obrera a lo largo de un siglo y medio.

    Además, la revolución se avanza y se verifica por el fusil.

    El poderoso fusil de la revolución hace lograr el triunfo decisivo en el frente militar antiimperialista, una rama más importante de la revolución y la construcción, para así impulsar y verificar victoriosamente la revolución.

    El triunfo decisivo en dicho frente se garantiza por el poderoso fusil de la revolución. Las fuerzas imperialistas no se destruyen sólo con las consignas antiimperialistas, los sentimientos de la condenación y las opiniones públicas internacionales. Sólo contando con las poderosas fuerzas militares podemos deshacer la represión y la agresión militares de los imperialistas y conseguir el triunfo decisivo en el frente militar antiimperialista.

    El poderoso fusil de la revolución sirve de garantía fundamental para traer la victoria también en transformar de manera revolucionaria todos los campos de la vida social.

    El fusil garantiza la seguridad militar de la lucha creadora de las masas populares por transformarlos.

    Y ejerce una influencia importante en dicha lucha. El ejército desempeña un papel importante en despertar a las masas, cambiar por completo de su aspecto de la vida ideológica y espiritual y fortalecer las fuerzas políticas de la sociedad por medio de consolidar la unidad social.

    Así que la forja de la revolución y su verificación se realiza por el poderoso fusil de la revolución.

    

    2) El ejército corresponde al partido, al estado y al pueblo

    Dilucida el papel del ejército revolucionario en la realización de la causa independiente de las masas populares, lo que concretiza la teoría de que la revolución se forja, se avanza y se verifica por el fusil.

    Que el ejército corresponde al partido, estado y pueblo significa que el ejército determina el destino de estos.

    Como que la lucha por la independencia de las masas populares se desarrolla en medio de la enconada confrontación con la contrarrevolución, sin contar con una poderosa garantía militar es imposible que el partido y el poder revolucionarios cumplan con sus deberes ni defiendan la soberanía y la dignidad de ellas.

    La idea Songun sobre la base de la aclaración científica de las correlaciones entre el ejército, el partido, el estado y el pueblo esclarece originalmente el papel que desempeña el ejército revolucionario en la realización de la obra de independencia de las masas populares.

    Primero, el ejército revolucionario corresponde al partido en la lucha revolucionaria, lo que dice que sólo con él existe el partido.

    Están en las relaciones inseparables en la lucha revolucionaria.

    Al contar con el ejército revolucionario un partido puede alcanzar su objetivo de lograr la independencia de las masas populares. Y el ejército puede cumplir satisfactoriamente con su deber mediante la dirección del partido. En la lucha revolucionaria se garantiza la existencia, el desarrollo y el poderío del partido como organización política de dirección según el ejército revolucionario.

    Sólo contando con él se puede impulsar con éxito la causa de fundación del partido revolucionario.

    Hasta ahora la mayoría de los países formaron ejércitos revolucionarios después de fundar el partido, lo que se consideraba normal. Por supuesto que es posible fundar primero el partido y luego, el ejército revolucionario. No obstante, la causa de fundar el partido no puede ser terminada con su fundación.

    Sólo al organizarlo primero y apoyarse en él es posible llevar adelante con éxito la mencionada causa. Para fundar el partido como organización política es preciso asentar firmemente su fundamento organizativo e ideológico y preparar el terreno en amplias masas.

    El ejército revolucionario que se enfrenta a los enemigos de la revolución con su fusil permite formar las fuerzas vertebrales y las filas de cuadros más revolucionarios y que cualquier clase, capa y colectividad social, consolidarlas de modo ideológico y ensanchar la base de masas del partido mediante la unidad monolítica del ejército y el pueblo.

    Sólo teniendo el ejército revolucionario se defiende y se mantiene cabalmente el partido. Este es, precisamente, que lo salvaguarda de todo tipo del ataque y la invasión de los enemigos de la revolución.

    El ejército revolucionario toma como su deber la frustración de la violencia contrarrevolucionaria de los imperialistas y los reaccionarios y la defensa del partido a costa de su vida. Sin la protección militar del ejército es obvio que cualquier partido se frustra como castillo de arena ante sus violencias contrarrevolucionarias.

    Sólo contando con el ejército revolucionario es posible que el partido desempeñe su papel rector en la revolución y la construcción. Es porque la primera apoya y salvaguarda con firmeza la segunda. Sólo así puede ocupar la posición de realizar la dirección política a toda la sociedad. Y sólo cuando el ejército siga las ideas y el mando del partido podrá poner en pleno juego su poderío como Estado Mayor de la revolución.

    Segundo, el ejército revolucionario corresponde, precisamente al estado en la lucha revolucionaria.

    El ejército y el poder revolucionarios coinciden en su carácter, misión y objetivo y comparten el destino. Ellos son armas políticas para realizar la independencia de las masas populares. Si el primero defiende con fuerza la soberanía e intereses de ellas el segundo verifica sus intereses con las políticas estatales. Es imposible que sean realizados sin contar con el poderoso respaldo militar del ejército.

    Así, el nacimiento del poder revolucionario y todo el proceso de su fortalecimiento se verifican por el fusil y el ejército revolucionario, por lo que éste constituye precisamente el estado.

    Tercero, el ejército revolucionario corresponde, precisamente, al pueblo en la lucha revolucionaria.

    Esto quiere decir que teniéndolo es posible preservar la posición y la dignidad independientes de las masas populares y disfrutar una vida independiente y creadora.

    El ejército revolucionario se organiza por excelentes hijas e hijos del pueblo trabajador como obrero y campesino, cuya misión consiste en salvaguardar las conquistas de la revolución y la seguridad nacional y popular de la agresión de los enemigos.

    Sin él es imposible verificar las exigencias esenciales de las masas populares de vivir y progresar de manera independiente, libres de todo tipo del sometimiento y la subyugación, la explotación y la opresión.

    Sólo contando con él pueden preservar su posición y hacer brillar su dignidad de como dueñas del estado y la sociedad y gozar de una vida independiente y creadora.

    Encima del fusil están la seguridad y la felicidad del pueblo. El fusil de la revolución es su independencia y el destino del primero es el del segundo.