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Principio de la soberanía en la política

    La soberanía política es el principio directivo para la independencia del sector político. Reviste la importancia determinante en la independencia de las masas populares.

    El Secretario General Kim Jong Il dijo:

    "Mantener la independencia en la política significa aplicar una política que salvaguarde la independencia nacional y la soberanía del propio pueblo, proteja sus intereses y se base en sus propias fuerzas."

    Es el principio que tiene dos sentidos: salvaguardar la independencia y la soberanía del pueblo y ejercer la política de defender sus intereses.

    Mantenerse en el principio de la soberanía nacional en la política significa salvaguardar la independencia y la soberanía nacionales.

    Esto quiere decir que toda nación debe tener el sagrado derecho a la autodeterminación nacional en calidad del agente de su destino, oponerse a toda forma de supeditación y dependencia respecto a la otra y resolverlo todo con su propia fuerza nacional.

    La vida política se desarrolla en el marco del estado-nación. El país o la nación es la unidad de la vida social históricamente formada y el colectivo sólido cuya vida es la independencia. En el proceso de la lucha histórica por la independencia la gente formó la nación sobre la base de la identidad de la sangre y el idioma, la cultura y el territorio entablando ciertas relaciones políticas, económicas y culturales necesarias para la vida social.

    El poder estatal define la independencia política de la gente, pero se forma por la unidad del país o la nación y la vida política se desarrolla a nivel del estado-nación.

    Para la independencia política es necesario, ante todo, que todo país o nación debe tener la independencia política defendiendo su autonomía nacional. Al defender la independencia y la autonomía políticas es posible resolver todos los problemas políticos acorde con los intereses de su pueblo. Por lo tanto, es posible que la independencia popular se garantice sólo con la defensa de la independencia y la soberanía nacionales.

    He ahí precisamente la razón por la que la independencia y la soberanía nacionales constituyen uno de los contenidos del principio de la independencia política.

    Mantenerse en la independencia política implica ejercer la política de defender los intereses de su pueblo. En otras palabras, todos los lineamientos políticos del estado deben elaborarse y ejecutarse en correspondencia con los intereses independientes del pueblo.

    La política defensora de los intereses populares es la exigencia para defender el lugar de dueño del partido y el pueblo, agentes de la revolución y la construcción. La política debe defender al máximo los intereses populares, cuando el pueblo puede ejercer su derecho soberano y mantenerse en el lugar de su agente. Si el partido y el estado no ejerciesen la política de defender los intereses populares las masas populares no podrían disfrutar el derecho de agente de la política ni ocupar su lugar que merecieran.

    Por lo tanto, hacer de la política una defensora de los intereses populares sirve de una garantía para la defensa del lugar de agente de la política.

    Además es importante buscar los medios de la ejecución de la política en la fuerza popular. Esto es otra demanda para la realización de la independencia en la política.

    La fuerza idónea para defender y realizar los intereses populares reside sólo en el pueblo mismo. Recurriendo a la fuerza ajena es imposible desenvolver la política concordante a la voluntad y los intereses populares. Una política apoyada en la fuerza ajena no puede menos de ser dependiente. Para la política independiente es recomendable recurrir a la fuerza popular.

    ¿Por qué deben defender el principio de la independencia política?

    Porque la independencia política es el primer signo y la primera vida del estado soberano independiente, que ejerce el derecho a la autodeterminación nacional y lo resuelve todo por su propia cuenta.

    Para hacerlo es necesario ser independiente en la política, autosuficiente en la economía y autodefensivo en la salvaguardia nacional. Lo más importante es la independencia política.

    Si es soberano e independiente un estado se define por sí el estado tiene la independencia política. Hay no pocos países soberanos e independientes que no lo son. Eso se debe a que no ejerce la independencia política, signo principal del estado soberano e independiente. Son países que no ejercen su soberanía política recurriendo a la política que le dicte otro país. Estando la política en tal estado no pueden menos de depender de otros. Por lo tanto, esos países que no tienen la independencia política no merecen ser soberano e independientes. Al tener la autonomía en la elaboración de la política y ejercer la igualdad y la soberanía en relaciones exteriores merecen ser apreciados como estados soberanos e independientes.

    Es que la independencia política merece ser el primer signo del estado soberano e independiente. Además ella es su primera vida. El país exento de la independencia política no lo es. Dejándose despojar de su independencia política será como un espantapájaros. Sin garantizarle al pueblo el derecho independiente tampoco lo será.

    He aquí un dicho coreano que dice: el apátrida vale menos que el perro de la casa funeraria. Enuncia eso que la nación que perdiese la independencia política no tendría el valor y la dignidad nacionales. Importa mucho, por eso, defender el principio de la independencia política.

    Otra razón del dicho principio reside en que la causa revolucionaria para la independencia de las masas populares depende de la indenpendencia política.

    La lucha revolucionaria es la obra difícil y compleja.

    Hoy la lucha revolucionaria de los pueblos se desarrolla en condiciones de la ininterrumpida intervención imperialista, cosa que no permite llevar a buen efecto la revolución y la construcción sin mantenerse con entereza en la independencia política. Al dejarse conducir por la batuta ajena no es posible continuar y, a la larga, malograrla. No se limita al fenómeno eurooriental sino que es posible que continúe. Es necesario tenerlo siempre presente.

    De veras, la defensa del principio de la independencia política no es sino un asunto serio que tiene mucho que ver con el destino de la nación revolucionaria.

    ¿Qué lugar ocupa ella en la realización de la independencia de las masas populares?

    La política es la función social que coordina las actividades humanas en conformidad con los intereses comunes de la sociedad, por lo que reviste la importancia definitiva en la vida social. La política es el asunto capital que tiene que ver con el destino de la gente.

    Para poder ejercer en todos los terrenos la independencia popular es preciso mantenerse en el principio de la independencia política, independientemente de la que nadie puede hablar de ningún tipo de independencia.

    La autonomía en la ideología se expresa, ante todo, en la independencia política. La ideología es, de todos modos, cosa conceptual. Si está afianzada o no la autonomía en la ideología se deja ver en sí defienden o no la independencia en la política. Porque la ideología define la conducta humana, por lo que al tener la autonomía en la ideología es posible defender la independencia en la política. Es por eso que decimos que el tener la autonomía en la política es primordial.

    La autonomía en la ideología se realiza a través de la política.

    Por lo tanto la autonomía en la ideología se expresa en la independencia política que reviste una gran importancia.

    Tanto el autosostén en la economía como la autodefensa en la salvaguardia nacional se garantizan por la independencia política. Recurriendo a la política dependiente no es posible construir su propia economía ni su propia fuerza autodefensiva.

    En fin de cuentas, se diría que la defensa de la independencia política tiene la importancia definitiva en la realización de la independencia de las masas populres.