La independencia es el atributo central y esencial del hombre. Al separarle al hombre el carácter de independencia no será posible hablar de él.
El hombre es el ser social independiente que cuenta con la independencia.
El Secretario General Kim Jong Il dijo:
"El espíritu de independencia es un atributo del ser social, el cual, siendo dueño del mundo y de su propio destino, quiere vivir y progresar de manera independiente."
La independencia, uno de los carácteres esenciales del hombre, es el atributo del hombre social que quiere vivir y progresar de manera independiente como agente del mundo y su destino.
Gracias a ella el hombre supera las trabas de la naturaleza y rehusa toda forma de supeditaciones sociales haciéndolo servir todo para su provecho.
La independencia es el carácter que le hace al hombre rehusar toda forma de trabas y supeditaciones. Quiere vivir sin depender de nadie y libre de trabas de todo índole constituye uno de los carácteres fundamentales del hombre.
El animal, parte de la naturaleza, se supedita enteramente a ella. Sin adaptarse a las condiciones dadas por la naturaleza no puede sobrevivir. Por ejemplo, el mono o el elefante no sobrevive allá en el polo antártico, porque no tolera el frío de la zona y no es capaz de alimentarse del pescado como el oso blanco. Esto prueba que el animal vive supeditado al mundo circundante, lo que es su modo de existencia.
El hombre es totalmente diferente del animal.
El hombre pugna por verse libre de las trabas de la naturaleza.
La fuerza ciega de la naturaleza embarga, en no pocos terrenos, la vida humana. El hombre no se deja dominar por la fuerza de la naturaleza sino que la domina para servirse de ella.
Tampoco quiere vivir supeditado por nadie en el terreno social. Mientras haya trabas y supeditaciones sociales pugna por verse libre de ellas. No haya tal vez nadie que quiera vivir dependiente de nadie. La lucha de los esclavos contra el esclavismo, la lucha de los siervos contra el feudalismo, la lucha de la clase obrera contra la explotación y la opresión del capital, la lucha de los pueblos oprimidos contra la dominación colonialista, etc. todas se orientaron a que las masas populares se vieran libres de las supeditaciones sociales.
La vida humana es el proceso de la lucha por liberarse de toda forma de supeditaciones y trabas. El hombre no cesa de luchar contra las trabas y supeditaciones, lo que es una parte de su independencia.
Además la independencia es el carácter que le hace subordinar el mundo a su voluntad y exigencia.
El hombre es el único ser que supervive sólo al dominar el mundo circundante.
Al separarse del reino animal el hombre llegó a hacer del mundo circundante arena de su vivir y en la medida en que venía aumentando su capacidad de acción iba expandiendo la esfera de su dominio.
La actividad humana es el proceso de hacerle servir y dominar las cosas y los fenómenos de la naturaleza. Al aumento de la capacidad humana corresponde el proceso de dominar la naturaleza.
El hombre no cesa de transformar y coordinar tanto la naturaleza como la sociedad en correspondencia con sus necesidades. Coordinar la sociedad implica servirse de relaciones y bienes sociales. Esto no tiene nada que ver con supeditar y dominar al hombre, porque esto contraria a la naturaleza social del hombre y consiste en violar la independencia humana. La clase explotadora y dominante oprime y explota a las masas populares, lo que constituye actos violadores de la independencia humana.
Así que el hombre no se limita a rehusar las trabas y las supeditaciones del mundo que le rodea sino que lo va dominando, para de esta manera hacerse el ser social independiente.
El carácter de rehusar toda forma de trabas y supeditaciones y el de hacerle servir el mundo circundante para sus necesidades y voluntad son inseparables y se exhiben siempre unificadamente en acciones humanas.
Si faltase uno de los dos carácteres no se diría que tiene la independencia. Los dos aspectos de la independencia se exhiben unificadamente.
El factor determinante de la independencia humana es la conciencia ideológica independiente.
Esta es la toma de conciencia de ser agente de su destino y la voluntad de construir por sí solo su propio destino. Es decir, es la conciencia social que refleja la exigencia y los intereses del hombre social que desea vivir y progresar como agente del mundo y el destino humano. Al contarla el hombre puede conquistar la naturaleza y librar la lucha revolucionaria contra los opresores que violan la independencia.
En fin, la conciencia ideológica independiente sirve de garantía para la independencia humana.
La independencia es la vida para el hombre: vida social y política. El hombre tiene dos vidas: física y biológica; social y política. La primera es del hombre que es una de las materias animadas mientras la segunda, de como el ser social. Como el hombre es el ser social le es más importante la segunda. Uno que la pierda sera como el muerto que vive.
Si la vida humana consistiese en comer y cubrirse bien no se distinguiría de la vida del animal. Es por eso que el hombre no aprecia la vida física tanto como la vida socio-política en la lucha por la independencia.
La historia nacional de todo país conoce un sin número de hombres de verdad que no vacilaron en sacrificar su vida física en aras de la libertad y la fidelidad de la nación.
La revolución coreana guiada por la idea Juche registró actos heróicos de los que sacrificaron sin ninguna vacilación en bien de la independencia y la libertad de Corea.
Yo soy un joven de la Corea libre.
Aprecio mucho mi vida.
Aprecio la esperanza de mi porvenir radiante.
No obstante,
Mi vida, mi esperanza, mi felicidad,
No las aprecio más que el destino de mi Patria.
En aras de mi Patria que es única
Sacrifico mi vida joven que no es dos,
Porque no encuentro
Tan preciosa vida,
Tan bella esperanza,
Tan gran felicidad.
Son estrofas que nos dejó el héroe Ri Su Bok que se sacrificó su vida de 18 años en aras de la Patria durante la Guerra de Liberación de la Patria y que aun hoy nos animan a luchar con ímpetu por la independencia. Su vida física marcó sólo tiernos 18 años, pero su vida social y política vive y vivirá eternamente generación tras generación.
La vida social y política es tan preciosa que no se cambia con nada del mundo y que será eterna.
Sin embargo, no decimos que la vida física no vale para nada. Es muy preciosa, por lo que desde antiguo la gente deseaba gozar de una buena salud desarrollando actividades culturales.
No obstante, de ninguna manera es el fin de la vida humana mantenerse físicamente mucho tiempo. Vale la vida física mientras sirve para hacer brillar la vida social y política.
Esta se mantiene y brilla sólo en la lucha por la verificación de la independencia. La vida social y política del individuo vale sólo en la lucha por la independencia de las masas populares.
Si uno persiguiese sólo una vida cómoda y ociosa sin salir a la lucha por la independencia de las masas populares no podría hacer brillar su vida social y política y disfrutar una vida auténticamente humana.
De veras, la independencia es el atributo esencial que hace del hombre un ser auténticamente humano, por lo que se considera como la primera vida del hombre que es el ser social.