Uno de los principios más importantes que deben mantener en la construcción de la ciencia socialista es materializar el colectivismo.
La sociedad socialista es la sociedad colectivista en que todos los miembros de la sociedad tienen el mismo objetivo y la relación del interés y en que se unen y cooperan de forma camaraderil y la fuente de la fuerza que impulsa el desarrollo de la ciencia y la técnica también está en el colectivismo. El hombre, solo cuando se une la fuerza y la inteligencia y utiliza sintéticamente los éxitos de la ciencia y la técnica logrados históricamente por la humanidad, puede hacer todo su papel como el transformador que transforma activamente el mundo conforme a su demanda.
Los científicos y los técnicos, bajo la consigna de “Uno por todo, todo por uno”, fortalecen la cooperación camaraderil y establecen un ambiente de intercambiar sinceramente los éxitos del estudio de la ciencia y las experiencias y de normalizarlos.
En el sector de la ciencia, según el tamaño del objeto del estudio y el contenido y el carácter de los problemas que deben ser resueltos, organizan ampliamente el estudio común y cooperativo y cumplen las tareas del estudio apoyándose en la fuerza colectivista de los científicos y los técnicos. Y fortalecen la relación y la cooperación creativa entre los científicos y técnicos, los órganos del estudio científico, y entre los órganos del estudio científico y las universidades.